(CNN) – La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas condenó fuertemente a Rusia en su primera aparición en el Consejo de Seguridad de la ONU el jueves, pidiendo a Moscú apaciguar la violencia en el este de Ucrania y diciendo que las sanciones de Estados Unidos contra Moscú permanecerían en su lugar hasta su retirada de Crimea.
“Estados Unidos sigue condenando y pide el fin inmediato de la ocupación rusa de Crimea”, dijo Nikki Haley, enviada del presidente Donald Trump al organismo mundial. “Crimea es parte de Ucrania. Nuestras sanciones relacionadas con Crimea se mantendrán hasta que Rusia devuelva el control de la península a Ucrania”.
Haley participó en una reunión de emergencia de las Naciones Unidas sobre un repentino aumento de la violencia en el este de Ucrania, donde los separatistas apoyados por Rusia están enfrentados al ejército de Ucrania. Su retórica marcó una gran diferencia con la de Trump.
Fuentes dijeron a CNN la noche del jueves que la Casa Blanca estaba al tanto de antemano del discurso de Haley.
Como candidato, el presidente dio a entender que podría reconocer la anexión de Crimea de Rusia. En las semanas antes y después de su toma de posesión, la negativa de Trump a condenar el hackeo de Rusia durante la elección y sus ataques a la comunidad de inteligencia para investigar esos ataques plantearon incógnitas sobre sus lazos con Moscú.
Esas incógnitas se profundizaron después de que CNN informó de que la comunidad de inteligencia estaba investigando reportes de que Moscú pudiera tener información personal y comprometedora sobre el ahora presidente. Trump ha insistido que él simplemente desea mejorar las relaciones con Moscú.
En una conferencia de prensa con la primera ministro británica, Theresa May, la semana pasada, dijo que era “demasiado pronto” para hablar de sanciones.
El jueves, el Departamento del Tesoro redujo levemente una sanción que el gobierno de Obama impuso contra el Servicio de Seguridad Federal de Rusia, conocido como el FSB.
Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que la medida fue una solución técnica a las sanciones para evitar “consecuencias no deseadas” entre Estados Unidos y Rusia.
Pero mientras Washington daba ese paso, Haley lanzaba granadas verbales. “Considero desafortunado que el motivo de mi primera aparición sea para condenar las acciones agresivas de Rusia”, dijo. “Nosotros queremos mejorar nuestras relaciones con Rusia. Sin embargo, la grave situación en el este de Ucrania exige una condena clara y fuerte de las acciones rusas.”
“El aumento repentino de los combates en el este de Ucrania ha dejado atrapados a miles de civiles y destruido infraestructura vital, y la crisis se está extendiendo, poniendo en peligro a miles más”, agregó Haley. “Este aumento de la violencia debe parar”.
Los combates entre rebeldes apoyados por Rusia de la autoproclamada República Popular de Donetsk y el ejército de Ucrania explotaron un día después de que Trump tuvo su primera llamada telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin, el sábado. Rusia acusa a Ucrania de iniciar la escalada.