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(CNN) – Gregory Locke estaba disfrutando su noche del sábado después de cenar con amigos en Manhattan cuando se subió al tren Nº 1 del metro en la calle 50 para ir a la ciudad. Casi inmediatamente supo que algo pasaba. 

“Todo el mundo estaba sentado allí aturdido”, dijo Locke, un abogado de Nueva York, originalmente de Atlanta, Georgia. “Fue hasta que cerraron las puertas que lo vi en las ventanas”.

Alguien había usado un plumón para garabatear esvásticas y graffiti cargado de odio por todo el vagón: “Los judíos pertenecen al horno”, “Destruyan el Islam”, “Heil Hitler”.

Los pasajeros parecían incómodos e inseguros sobre qué hacer, dijo Locke. Pero luego un hombre se levantó y dijo: “El desinfectante para manos borra la tinta del plumón. Necesitamos alcohol”, le contó Locke a CNN.

El chef Jared Nied borra el graffiti en un vagón del tren de Nueva York el sábado por la noche.

El hombre era Jared Nied, chef en un restaurante de Manhattan.

“La mujer de enfrente me vio mirando hacia el graffiti, me preguntó si podía hacer algo y me ofreció un pañuelo. Ahí es cuando se me ocurrió que el desinfectante podría funcionar”, dijo Nied a CNN en un mensaje de texto el domingo.

Luego, “todos empezaron a escarbar en sus bolsillos y bolsas en busca de desinfectante y toallitas”, dijo Locke.

Una pasajera ayuda a remover el graffiti del tren.

Nied y otros pasajeros empezaron a borrar el graffiti. Le dijo a CNN que estaban “satisfechos por hacer lo correcto”.

“Fue muy edificante ver a todos unirse de esa manera”, dijo Locke. El abogado subió a Facebook una publicación sobre el incidente y ésta se volvió viral rápidamente.

A mediodía el domingo, la publicación de Locke había sido compartida más de 250.000 veces e incluso había sido vista por Chelsea Clinton, hija del expresidente Boll Clinton, quien tuiteó sobre ella.

El Departamento de Policía de Nueva York dijo que se estaba investigando el graffiti como un “incidente motivado por prejuicios”. Hasta la mañana del domingo, la policía no había identificado a ningún sospechoso.

La Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York dijo el domingo que no había recibido una queja formal sobre el incidente.

Los pasajeros dijeron que solo les había tomado unos minutos borrar todo el graffiti lleno de odio.

“Simplemente nos sentamos, nos miramos los unos a los otros, y seguimos nuestro viaje mucho más felices”, dijo Niel.

En un incidente distinto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, compartió el domingo una fotografía que mostraba un graffiti con una esvástica que había sido transformada en un símbolo de “Amor”.

La imagen había sido tomada por un pasajero a bordo del tren del metro B, dijo la oficina del gobernador en un comunicado.

Esto es lo que hacemos los neoyorquinos -transformamos el odio en amor. Este es nuestro mensaje a la nación y al mundo. Y no vamos a retroceder -ni ahora, ni nunca”, dijo Cuomo.