(CNN) – El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, estaba a miles de kilómetros de casa, pero el mensaje de Kim Jong Un fue fuerte y claro: piénsalo dos veces antes de hacerte tan amigo del nuevo presidente de Estados Unidos.
Abe, de visita este fin de semana en Estados Unidos, y Japón eran probablemente la principal audiencia que buscaba Corea del Norte con el lanzamiento de un misil este domingo.
“Está claramente dirigido a Japón”, dijo Carl Schuster, profesor de la Universidad del Pacífico en Hawaii y antiguo director de operaciones del Centro de Inteligencia Conjunta del Comando del Pacífico de Estados Unidos.
Aunque Corea del Sur se inquieta ante cualquier desarrollo de las capacidades nucleares y balísticas de Pyongyang, los expertos creen que la retórica desde el norte ha sido más calmada y menos hostil desde el juicio político a la presidenta Park Geun-hye.
“En el último mes, más o menos, ellos han sido muy cuidadosos de no hacer cosas que puedan provocar a Corea del Sur”, dijo a CNN el exembajador de Estados Unidos Christopher Hill. “La apuesta habitual es que cuando Corea del Norte provoca de esta forma, la línea más dura, el centro derecha, tiende a beneficiarse en Corea (del Sur)”.
Abe dijo que la prueba era “absolutamente intolerable”, mientras que el secretario de jefatura de gabinete de Japón, Yoshihide Suga, dijo que era “una clara provocación a Japón y la región”.
Funcionarios surcoreanos dicen que los análisis sugieren que el cohete lanzado es un misil balístico de rango intermedio (IRBM) modificado, un misil de nivel Musudan.
Este recorrió 500 kilómetros (310 millas) antes de estrellarse en el Mar de Japón, también conocido como Mar Oriental, dijeron fuentes.
Los IRBM usualmente tienen un rango de 3.000 a 5.000 kilómetros (1.864 a 3.417 millas) – una distancia mayor de la necesaria para impactar en Corea del Sur.