(CNNMoney) – Las duras medidas del gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la inmigración han sacudido a la industria de los restaurantes y a los millones de trabajadores nacidos en el extranjero de los que depende.
Pero es la fuerza laboral indocumentada de esa industria la que se siente particularmente vulnerable.
“Muchos de estos trabajadores viven con temor a ser deportados y tienen mucho miedo de hablar o denunciar violaciones laborales en asuntos como salario o leyes de trabajo”, dijo Penny Bradshaw, abogada de inmigración en Costangy, Brooks, Smith & Prophete, LLP, en Carolina del Norte.
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Superada solamente por la industria de la construcción, en lo referente a su dependencia hacia los trabajadores indocumentados, la industria de los restaurantes empleó a 1,1 millones de trabajadores indocumentados en 2014, según un estudio de Pew Research.
Para ayudar a proteger a estos trabajadores, el Restaurant Opportunities Centres United (también conocido como ROC United), un grupo nacional de defensa de los trabajadores de restaurantes, se ha asociado con los dueños de los negocios en Estados Unidos para formar el movimiento de “restaurante santuario”.
Hasta la fecha se han sumado 285 restaurantes a lo largo de EU, comprometiéndose a crear ambientes de trabajo seguros y equitativos, en los que nadie es discriminado y todos reciben un salario justo, con beneficios y oportunidades de crecimiento profesional.
ROC United también ha establecido una línea directa legal de respuesta rápida para los trabajadores que sientan que están siendo explotados, discriminados o amenazados en el trabajo.
“Estamos tratando de crear un sistema de apoyo para nuestra industria —o al menos para una parte de la industria— que quiere cuidar de su fuerza de trabajo”, dijo Saru Jayaraman, uno de los cofundadores de ROC United.
El sitio web de Sanctuary Restaurants señala que la etiqueta no es una designación legal y no puede proteger a los trabajadores o restaurantes contra cualquier medida tomada por agentes de inmigración y aduanas.
El origen
El propietario de restaurante, Paul Saginaw, ayudó a iniciar el movimiento. Es el copropietario de Zingerman’s, un grupo de negocios de alimentos que incluyen una tienda de delicatessen, otra de comida baja en calorías, una panadería y un centro de capacitación de empleados, que en conjunto tienen a más de 600 personas en Ann Arbor, Michigan, y sus alrededores.
“Queremos un lugar libre de intimidación, libre de odio”, dijo Saginaw. “Hay un lugar aquí en la mesa para todos, incluyendo para las personas a las que quizá nos les gustamos, pero nuestros trabajadores están asustados”.
“Comencé a trabajar en restaurantes cuando tenía 14 años y la cocina era donde aceptaban a cualquiera”, dijo Daniel Patterson, un cocinero autodidacta que también se comprometió con el programa de restaurante santuario. Patterson es bien conocido por su restaurante Coi en San Francisco, que aparece en la guía Michelin, y ha abierto recientemente otro restaurante llamado LocoL.
Patterson ha pasado gran parte de su carrera enseñando el negocio a personas de diferentes orígenes.
“Tengo un historial bastante bueno en la capacitación de personas que pasaron a ser dueños de sus propios restaurantes y ese aspecto de esta conversación es importante. ¿Estás proporcionando a la gente no solo las habilidades, sino también la inspiración y la oportunidad para que hagan lo que quieren?”, dijo Patterson.
James Mallios, dueño de un restaurante de Nueva York que también es parte del movimiento, dijo que entre el 60% y el 80% de las solicitudes que recibe son de inmigrantes.
Cuando un solicitante de empleo entra, empleadores como Mallios les piden que llenen un formulario de autorización de trabajo I-9, que les obliga a proporcionar una prueba de identificación, como una licencia de conducir con un número de seguro social, certificado de nacimiento o pasaporte. Los empleadores no están obligados a tomar medidas adicionales para verificar la autorización laboral, pero deben mantener la I-9 en el archivo durante el tiempo que la persona trabaje allí.
Todos los propietarios de los restaurantes con los que CNNMoney habló para este artículo dijeron que sus empleados han mostrado el papeleo apropiado de autorización de trabajo.
Sin embargo, como señala Bradshaw, el abogado de inmigración, “la gente a menudo muestra documentos falsos”.
Bajo la orden ejecutiva del presidente Trump, cualquier persona que haya sido condenada por usar documentos falsos, lo cual puede ser considerado como un delito mayor, será colocada en una lista de deportación prioritaria.
La National Restaurant Association, la organización comercial más grande de la industria, no dijo directamente si apoyaba el movimiento del restaurante santuario. Sin embargo, el vicepresidente senior, Steve Danon, dijo que la organización apoya la Ley de mano de obra legal, que se basa en el uso mejorado de E-Verify, un sistema en línea que ayuda a los empresarios a confirmar el estatus de un empleado.
El sistema E-Verify cruza las referencias de la información del I-9 de un nuevo empleado con la información de la Administración del Seguro Social, el Departamento de Seguridad Nacional y la Agencias de Inmigración y Control de Aduanas. El sistema actualmente es opcional para la mayoría de los dueños de negocios.
“Lo que realmente necesitamos como industria es un camino hacia la ciudadanía para nuestros trabajadores”, dijo Jayaraman de ROC United.
“Necesitamos poder asegurarnos de que podemos seguir proporcionando salarios y condiciones de trabajo decentes y dignas, de lo contrario nunca podremos sobrevivir como una industria”.
Vanessa Yurkevich de CNNMoney contribuyó a este informe.