El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kelly, dijo que la deportación de inmigrantes debe ser segura y ordenada y aseguró que no habrá deportaciones masivas de Estados Unidos a México.
Así lo afirmó durante una rueda de prensa, este jueves, tras una reunión a la que asistieron también el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson; el canciller mexicano Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación de México, en la capital mexicana.
Kelly dijo que lo que ocurre en México también afecta a EE.UU. y viceversa. “Tenemos una responsabilidad conjunta de mantener segura esta frontera compartida”, agregó.
Durante su campaña a la presidencia, Donald Trump tuvo una retórica antinmigración muy fuerte, que como presidente ha traducido en acciones. El mandatario insiste en construir el muro en la frontera con México, ha fortalecido la seguridad allí y las facultades de las autoridades de la frontera para deportaciones.
Kelly resaltó la magnitud de la operación comercial entre México y Estados Unidos, un tema que también preocupa a los mexicanos pues Trump ha dicho que quiere renegociar el TLCAN pues considera que no es beneficioso para EE.UU.
“1.500 millones de dólares pasan entre Estados Unidos y México por concepto de comercio exterior, y es mi responsabilidad que siga así”, añadió.
Kelly dijo sobre las deportaciones que serán para “criminales que han llegado a EE.UU.” y que no se usarán las fuerzas militares para estas operaciones.
Por su parte, Videgaray resaltó la importancia de la relación entre ambos países y llamó al diálogo en este momento en que las dos naciones tienen diferencias públicas.
Además, el canciller mexicano dijo que se ha acordado un encuentro con Colombia y Canadá, aparte de EE.UU. y México, sobre el tema inmigratorio. Videgaray agregó que “será un largo camino” para lograr acuerdos con el nuevo gobierno de Estados Unidos.
Videgaray hizo hincapié en que habían hablado de la imposibilidad jurídica “de que un gobierno tome decisiones que afecten al otro”.
Este miércoles, el canciller dijo que México no tiene por qué aceptar en su territorio a inmigrantes que deporte Estados Unidos que no son mexicanos.
“Si el gobierno de Estados Unidos insiste en que quiere deportar a México, que quiere enviar a México a personas que no son de nacionalidad mexicana, México no tiene por qué recibirlos, y en ese momento iniciaríamos un proceso de exigirle al gobierno de Estados Unidos que, en cada caso, acredite la nacionalidad de la persona que está enviando”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores en una rueda de prensa, en la Junta de Coordinación política de la Cámara de Diputados.
El canciller se refiere a las guías publicadas este 21 de febrero que instruyen al Departamento de Seguridad Nacional a hacer cumplir una disposición poco utilizada de la ley para devolver a los solicitantes de asilo al territorio contiguo desde el cual entraron a los Estados Unidos, es decir, México. La medida podría enviar a solicitantes de asilo no mexicanos de América Central a la frontera sur mientras esperan procedimientos de asilo en lugar de permitirles esperar en Estados Unidos, una política con la que México probablemente tendrá objeciones.
El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que se le hizo saber a los funcionarios de Estados Unidos que México no está de acuerdo en que EE.UU. deporte hacia México a indocumentados de otras nacionalidades, reforzando el punto de Videgaray.
Rex Tillerson, secretario de Estado de Estados Unidos, habló del flujo de armas ilegales de México hacia su país e instó a detenerlo.
Tillerson reconoció que la inmigración también debe detenerse examinando a otros países como Guatemala y El Salvador.
