(CNN) – El FBI rechazó una reciente solicitud de la Casa Blanca para tumbar públicamente los informes de los medios sobre las comunicaciones entre personas del círculo de Donald Trump y los rusos, de las que la inteligencia de Estados Unidos tuvo conocimiento durante la campaña presidencial de 2016, dijeron a CNN varios funcionarios estadounidenses con conocimiento del asunto.
No obstante, un funcionario de la Casa Blanca precisó, la noche del jueves, que la solicitud fue realizada después de que el FBI indicó a la Casa Blanca que no creía que los reportes sean exactos.
Funcionarios de la Casa Blanca buscaron la ayuda del Buró y otras agencias que investigan el asunto de Rusia para decir que los informes eran erróneos y que no había habido contactos, dijeron las fuentes. Dichos informes de los contactos fueron publicados por primera vez por The New York Times y CNN, el 14 de febrero.
Las comunicaciones directas entre la Casa Blanca y el FBI eran inusuales debido a las restricciones que rigen sobre este tipo de contactos desde hace una década. Tal petición de la Casa Blanca es una violación de los procedimientos que limitan las comunicaciones con el FBI sobre investigaciones pendientes.
La noche del jueves, el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, negó el carácter de dicha solicitud.
“No intentamos tumbar la historia. Pedimos que dijeran la verdad”, dijo Spicer. El FBI se negó a hacer comentarios para esta historia.
Las discusiones entre la Casa Blanca y el Buró comenzaron entre el subdirector del FBI, Andrew McCabe, y el secretario de la Casa Blanca, Reince Priebus, en el marco de una reunión al día siguiente de la publicación de los reportes, según un funcionario encargado de aplicar la ley de Estados Unidos.
La Casa Blanca negó inicialmente esa versión, afirmando que McCabe llamó a Priebus esa mañana temprano y dijo que el artículo de The New York Times exageraba enormemente lo que el FBI sabe acerca de los contactos.
Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca más tarde corrigió su versión de los hechos para confirmar lo que describió el funcionario del sistema judicial.
El mismo funcionario dijo que Priebus se acercó más tarde a McCabe y al director del FBI, James Comey, para pedirles que el FBI hablara al menos con los periodistas en privado para rechazar esas historias. La fuente dijo que McCabe no discutió los aspectos del caso, pero no quiso comentar qué le respondió exactamente a Priebus.
Comey rechazó la solicitud al FBI, según las fuentes, porque las supuestas comunicaciones entre los allegados de Trump y los rusos, de las que tuvo conocimiento la inteligencia estadounidense, son objeto de una investigación en curso.
La Casa Blanca emitió su propia negación, con Priebus calificando la historia de The New York Times como “completa basura”.
“The New York Times publicó un artículo sin fuentes directas que indican que la campaña Trump tenía contactos constantes con espías rusos, básicamente acusaciones de traición. Puedo asegurarte, y he sido autorizado para decir esto, que los niveles superiores de la comunidad de inteligencia me han asegurado que esa historia no sólo es errónea, sino que es groseramente exagerada”, dijo Preibus en Fox News Sunday, el pasado fin de semana.
CNN había reportado anteriormente que existía una comunicación constante entre los asesores de alto nivel del entonces candidato Trump, funcionarios rusos y otros ciudadanos rusos, de las que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos tuvo noticia durante el verano de 2016.
Varios miembros de los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado dijeron a CNN que las investigaciones del Congreso continúan sobre aquellos supuestos contactos entre Rusia y la campaña de Trump, pese a las afirmaciones de Priebus de que no hay nada en esos informes.
No está claro qué pueden encontrar esos Comités, ni si la información será desclasificada y dada a conocer públicamente. Pero la presión para investigar más muestra que el Congreso está profundizando en áreas que pueden no ser cómodas para la Casa Blanca.
Los esfuerzos del gobierno de Trump para presionar a Comey son contrarios a los memorandos de procedimiento que el Departamento de Justicia emitió en 2007 y 2009 y que limitan la comunicación directa en procesos de investigación entre la Casa Blanca y el FBI.
“Las comunicaciones iniciales entre el Departamento (de Justicia) y la Casa Blanca en relación investigaciones criminales o casos pendientes o previstas o casos implicarán únicamente al secretario de Justicia o al subsecretario de Justicia, desde el lado del Departamento, y al asesor del presidente, el presidente o el vicepresidente, del lado de la Casa blanca”, se lee en el memorando de 2009.
Los memorandos dicen que la comunicación únicamente debe llevarse a cabo cuando sea importante para las funciones del presidente y sean adecuados desde una perspectiva de aplicación de la ley.
Un portavoz del Departamento de Justicia dijo que el secretario Jeff Sessions está revisando los memorandos y que “el Departamento sigue las pautas definidas en sus comunicaciones con la Casa Blanca”.
El esfuerzo para refutar los reportes de CNN y de The New York Times tienen lugar cuando un número creciente de miembros del Congreso están expresando preocupación por los intentos de Rusia por influir en el círculo de Trump.
El 17 de febrero, el Comité de Inteligencia del Senado llevó a cabo una reunión informativa con Comey. No está claro qué se dijo, pero los senadores sugirieron que se discutió nueva información sobre Rusia.
“En cada revisión obtenemos nueva información”, dijo el senador James Lankford, de Oklahoma, miembro del Comité. Lankford se negó a ser más específico acerca de la reunión.
El senador Angus King, de Maine, también se negó a revelar qué se discutió durante la sesión informativa de Comey. En respuesta a una pregunta sobre el fuerte rechazo de Priebus sobre los reportes, King dijo que estaba “sorprendido” de que Priebus fuera “tan categórico”.
El representante Eric Swalwell, de California, miembro demócrata del Comité de Inteligencia de la Cámara, dijo que el objetivo de la investigación de su panel es seguir las pistas “dondequiera que lleven, incluso si eso puede ser incómodo para los republicanos”.
“La opinión pública estadounidense querrá saber si el presidente tuvo vínculos personales o financieros con el gobierno ruso”, dijo Swalwell.