(CNN Español) – El Gobierno de Colombia dijo que las exigencias de la guerrilla de las FARC en las zonas veredales están retrasando la entrega, mientras el grupo guerrillero afirma que la responsabilidad es de los proveedores que construyen las zonas.
Así lo afirmaron las partes en dos ruedas de prensa separadas desde Bogotá este lunes.
Según el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, las exigencias de las FARC en las zonas de transición van más allá de lo acordado entre las partes.
Jaramillo señaló ante la prensa en Bogotá que se intenta mantener el buen ambiente en el proceso, producto del acuerdo al que llegaron gobierno y guerrilla tras cuatro años de negociación en Cuba, pero que en ocasiones hay dificultades.
“Hacen exigencias que no corresponden con lo que se acordó con las FARC”, dijo Jaramillo mencionando el caso del campamento de Tumaco, al sur de Colombia, en el que hay grandes retrasos, según el alto comisionado, porque el comandante ha detenido en varias ocasiones la entrada de los proveedores que tienen que ingresar al campamento a trabajar, pues piden “facilidades que no corresponden a un campamento transitorio”.
“(Piden) espacios para audiovisuales, gimnasios, en fin, unas cosas realmente desbordadas que les hemos dicho, señores, eso no fue lo que se acordó”, añadió Jaramillo.
En una conferencia de prensa desde Bogotá, las FARC negaron que se hayan hecho esas exigencias y dijeron que solo buscaban que se cumpliera con lo acordado y denunciaron que había irregularidades en las contrataciones de los proveedores
“Aquí no se pueden ocultar realidades manifestando que es que nosotros estamos exigiendo materiales que no están especificados y que no han sido acordados”, añadió Felix Antonio Muñoz, alias Pastor Alape, comandante de la guerrilla.
El Gobierno Nacional y las FARC acordaron establecer 23 Zonas Veredales Transitorias de Normalización y 8 Campamentos para el proceso de desmovilización en el marco del Acuerdo de Paz que se firmó el pasado 24 de noviembre en Bogotá.
Según un comunicado del gobierno del 21 de febrero, se contrataron proveedores para esta labor para poder llegar a las zonas, muchas de ellas aisladas.
“El reto logístico no lo había enfrentado ningún Gobierno. ¿Eso cómo se hace?, ¿quién tiene la capacidad logística para construir las 19 zonas veredales y los 7 puntos? La conclusión es que deberíamos acudir a la Unidad de Gestión del Riesgo con la capacidad para llegar a esos territorios, lo que se hizo fue trabajar con esa estructura y los proveedores demostraron gran efectividad”, dijo el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, citado por el comunicado.
En la misma rueda de prensa de este lunes, Carlos Córdoba, gerente de las Zonas Veredales Transitorias de Normalización, dijo que los campamentos iban a demorarse más de lo planteado y señaló que los guerrilleros pedían cosas como pisos en porcelana y aires acondicionados en un campamento que se sabía que era transitorio.
Frente a las palabras de Córdoba, Alape y Rodrigo Londoño, alias Timochenko, tuvieron fuertes palabras:
No es la primera vez que las FARC hablan de los retrasos en las zonas veredales.
El pasado 20 de febrero el Estado Mayor Central de las FARC envió una comunicación al director de la Misión Especial de la ONU Jean Arnault en la que proponían aplazar la fecha de la dejación de armas pues denuncian que este no puede adelantarse sin que estén terminadas las zonas.
En su carta las FARC describen una serie de retrasos por parte del gobierno en la construcción de los campamentos en los que sus integrantes se prepararán para pasar a la vida civil: “En la mayoría de dichos lugares no están resueltos problemas como el del agua potable, la energía, la conectividad, ni el de la vialidad”.
Y se preguntan: “¿Si no están terminadas las zonas, dónde se piensa ubicar los contenedores [donde se dejarán las armas]?”.
“Dentro de estas circunstancias aparece como una necesidad la recalendarización del proceso de dejación de armas”, dice la carta de las FARC.
La carta apareció solo días después de un roce entre el Gobierno nacional y la ONU por una carta en la que Arnault habría propuesto cambiar la fecha de la dejación final de armas por retrasos en la construcción de las zonas veredales.
La canciller María Ángela Holguín y el alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo insistieron en una comunicación a la ONU que la fecha acordada por el Gobierno y las FARC no variará y que ese acuerdo “se va a cumplir”.
La movilización de casi 7.000 guerrilleros a las zonas veredales ya finalizó y según ha dicho el general Javier Flórez, comandante del Comando Estratégico de Transición, la dejación de armas debería finalizar en el marco de los 180 días después de la firma del acuerdo.