(CNN Español) – Lo ocurrido en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en San José Pinula, a 21 kilómetros de Ciudad de Guatemala, se veía venir, según las denuncias expuestas por organismos locales e internacionales.
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), a través de la procuradora adjunta Hilda Morales, aseguró el miércoles en una declaración que lo acontecido era “una especie de masacre” y citó que había una orden judicial para cerrar paulatinamente el centro que no se cumplió.
En declaraciones a Canal Antigua, afiliada de CNN, Morales aseguró que “había como 700 niños o más en el hogar. Nosotros detectamos que allí había hacinamiento. También detectamos que no había cumplimiento de protocolos, una metodología para el tratamiento de la población. Nosotros solicitamos judicialmente que el hogar se cerrara paulatinamente para ir buscando otras formas, otras alternativas para la protección y el cuidado de estos niños”.
Mariko Kagoshima, representante de la Unicef en Guatemala, le dijo a CNN en Español que, en este sentido, la entidad estaba promoviendo la desinstitucionalización, “cerrar este tipo de megainstitución o mega hogares como medida de protección de la niñez hace años. La institucionalización no es la medida más apropiada, y con el Gobierno estamos promoviendo el acogimiento familiar y otros programas alternativos para atender a estos niños que requieren medidas de protección especial”.
Malos tratos en el hogar seguro
Informaciones recogidas en los medios locales dan cuenta de malos tratos al interior del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, que habrían motivado la revuelta inicial que luego desembocó en el incendio que produjo la muerte, hasta ahora, de 35 personas.
A raíz de esta situación, en noviembre de 2016 la PDH le había pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares “a favor de las niñas, niños y adolescentes” del hogar.
Según Kagoshima, en este centro no se estaba cumpliendo con el propósito de cuidado que deben tener los hogares seguros, lugares donde se recibe a menores abusados, maltratados y con deficiencias.
“La capacidad de este centro estaba sobrepasada, no estaba hecho para responder a la necesidad de 600 niños y tampoco había suficiente personal especializado (…) tenemos información que estas niñas estaban demandando por una mejor atención, una mejor comida y un mejor trato porque algunas de ellas manifestaban que habían sido abusadas. No tenemos una información específica sobre si este abuso fue de tipo sexual, físico o psicológico”, aseveró Kagoshima.
“El separar a los niños de su entorno familiar tiene un impacto muy grave, y no se les ha dado una atención apropiada profesionalizada debido a las limitaciones de este hogar”, añade la representante de la Unicef, quien además afirma que en Guatemala hay actualmente mil niños en hogares estatales y seis mil en privados.
Leonel Dubón, de la ONG Refugio de la Niñez, aseveró que esta era “una tragedia que pudo haberse evitado si las autoridades hubieran tomado acción de las sugerencias que se les hicieron llegar en su momento. Es una crónica de muerte anunciada. Es triste reconocerlo, pero todas las instituciones sabían que era una bomba de tiempo y no pusieron acción en el momento oportuno”.
Mayra Véliz, secretaria general del Ministerio Público, le aseguró al programa Conclusiones de CNN En Español que, si había denuncias sobre lo que pasaba en el hogar seguro, serán parte de la investigación del incendio.
La procuradora adjunta Hilda Morales explicó que “pudimos detectar que los niños y niñas estaban en peligro, planteamos una solicitud de medidas cautelares ante la CIDH en vista de que no hay una respuesta del Estado, y tampoco la hay en la actualidad, viendo esas consecuencias fatales”, según aseguró la funcionaria a Canal Antigua.
CNN en Español trató por todos los medios de contactar a personal del Hogar Seguro Virgen de la Asunción para que diera su versión sobre estas acusaciones, pero no contestaron reiteradas peticiones hechas vía telefónica.
Identificación de los cuerpos
De las 34 víctimas mortales que la tragedia produce hasta este momento, los cuerpos de 25 han llegado a manos del personal del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF). Su director, Roberto Garza, le dijo a CNN en Español que, hasta el momento, se le había hecho autopsia a veinte y que se había identificado a doce. Los familiares de cuatro de las víctimas identificadas ya fueron contactadas para la entrega de los cuerpos.
Para la INACIF, según Garza, la causa oficial de la muerte de los cuerpos en su posesión es intoxicación con monóxido de carbono.
Por otra parte, dos de los más grandes centros hospitalarios de Guatemala están lidiando con una circunstancia sin precedentes.
Carlos Soto, director del Hospital Roosevelt, donde ingresaron 22 de las víctimas, le dijo a CNN en Español que en su años de carrera no había enfrentado “una circunstancia de esta magnitud. De verdad que es una gran tragedia”.
Juan Antonio Villeda, director del Hospital General San Juan de Dios, le aseguró a este medio que, en sus 29 años de desempeño profesional, no había visto un evento con tanta cantidad de víctimas una “tan grave complejidad de las heridas” a ser tratadas. En el San Juan de Dios ingresaron 17 pacientes.
La Policía Nacional Civil de Guatemala dijo a CNN en Español que la mayoría de las víctimas en el lugar eran menores de edad. Funcionarios dijeron que el adulto que se registra como víctima trabajaba en la cocina del lugar.
Abner Palacios, de la Procuraduría de Derechos Humanos, dijo que el incendio se había presentado porque una adolescente prendió un colchón y el fuego no pudo ser contenido.
Según un comunicado de la Procuraduría de los Derechos Humanos, el miércoles hubo una fuga masiva del Hogar Seguro y sólo se ha logrado ubicar a 102 personas; no se especifica cuántos salieron.
Familiares de las víctimas que permanecían afuera de cuidados intensivos observaban cómo una y otra vez sus hijas eran llevadas a cirugía para curarles las heridas mientras eran ventiladas. El rostro de Anabely Junay, madre de una de ellas Refleja cansancio y angustia, lo único que pide es una explicación.
“Para nosotros es demasiado duro y como para tanto padre que ha perdido a sus hijos porque unos están en mal estado, otros que no sabemos nada de nuestros hijos, entonces es muy duro nuestro dolor y nosotros como padres que somos esperamos que se haga justicia, porque no es justo lo que nosotros estamos pasando”, dice la señora Junay.
Con información de Michelle Mendoza desde Ciudad de Guatemala