Nota del editor: Juliette Kayyem, analista de seguridad nacional de CNN, es la autora del best seller “”Security Mom: An Unclassified Guide to Protecting Our Homeland and Your Home”. Es profesora en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard, antigua subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y fundadora de Kayyem Solutions, una firma de consultoría de seguridad. Las opiniones expresadas en este artículo son de su propia responsabilidad.
(CNN) – El anuncio de la semana pasada por parte del gobierno de Trump con respecto a una disminución significativa en el número de cruces fronterizos desde México ofreció una oportunidad para que el Ejecutivo difundiera los beneficios de las duras normas de inmigración.
Pero, como ocurre con la mayoría de los aspectos de la política de inmigración, los números también revelan la naturaleza complicada de la migración y, como resultado, representan un doble desafío para el Gobierno. Primero, tales números sugieren que el “muro” ya no es necesario, si alguna vez lo fue. Y, en segundo lugar, el sentimiento antinmigración en el país en el momento en que se recolectaron los datos en la frontera también tiene un impacto en la inmigración legal, principalmente para los estudios y el turismo.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, promocionó una disminución del 40% en el número de cruces fronterizos ilegales a través de México desde el comienzo del año. Por lo general, son meses con un alto volumen de tráfico, por lo que si las cifras son creíbles, éstas representan una merma significativa en los arrestos realizados y el número de personas a los que se le impide entrar en el país.
Puede haber numerosas razones para tal declinación: nuevas políticas de aplicación de la ley en las fronteras, incluyendo la decisión por la cual ahora Estados Unidos devolverá a los inmigrantes no mexicanos a México; declaraciones públicas del Gobierno sobre estar considerando el separar a mujeres y niños que se encuentren atrapados en la frontera, y un ambiente hostil en EE.UU.
Independientemente, el descenso del 40% representa una victoria para el gobierno Trump, que siempre ha promocionado duras medidas de aplicación. Y, en algunos casos, el Ejecutivo está teniendo una línea dura para proteger a las personas que emigran en condiciones peligrosas o que están siendo usadas por traficantes. Pero, todo esto considerado junto a otros aspectos de las políticas de inmigración gubernamentales, sólo puede ser una victoria en el corto plazo.
Si alguna vez hubo una justificación para el muro, ahora es desmentida por estos números. Con los cruces fronterizos en un nivel tan bajo, ¿cómo se justifica el gasto en un muro? Después de todo, México claramente no está pagando por él, y las declaraciones engañosas de Trump durante la campaña sobre la disposición de México a pagarlo ahora están siendo sujeto de escrutinio por parte del contribuyente estadounidense. De hecho, las primeras propuestas presupuestarias del Gobierno requerirían fondos significativos del Guardacostas de Estados Unidos y de la Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) para pagar el muro.
Al enfrentarse a esta paradoja entre las cifras fronterizas y el plan de Trump de despojar a las agencias de fondos para redirigirlos hacia el muro, Sean Spicer simplemente aseguró: “El presidente fue muy claro. Va a cumplir esa promesa. Ha comenzado a trabajar con el Departamento de Seguridad Nacional, tanto en los planes como en el mecanismo de financiamiento, y el proceso de licitación y solicitud de propuestas (RFP, por sus siglas en inglés) se pondrá en marcha en breve, pero eso es una promesa que pretende mantener”.
Por lo tanto, sin una razón para el muro y sin dinero para pagarlo, el dilema del gobierno Trump es cómo vender algo que nadie necesita y que alguien no está pagando.
El otro desafío de la inmigración es probablemente más consecuente para esta nación. El Ejecutivo está claramente señalándole al mundo exterior su deseo de mantener alejados a los inmigrantes.
La declaración de Kelly con respecto a un posible cambio de política para separar a mujeres y niños fue un cambio dramático, ya que Estados Unidos generalmente mantuvo a las familias unidas durante los procedimientos de deportación. Sea o no Kelly quien en realidad promulgue esta política, sus comentarios fueron consistentes con la idea de un EE.UU. mucho menos acogedor para todos aquellos que podrían considerar venir aquí.
Caso puntual: Las personas que quieren viajar a Estados Unidos de forma legal. Tan sorprendente como la disminución de los cruces fronterizos es la disminución de las reservas y búsquedas en línea para viajar a Estados Unidos. La idea de una “Depresión Trump” es evidente en informes como los publicados por la Global Business Travel Association, que muestra una pérdida en reservaciones en Estados Unidos de 185 millones de dólares.
La aerolínea Emirates ha informado de una caída del 35% en las reservas hacia el país norteamericano. Y por primera vez en casi una década, la previsión de viajes hacia Nueva York por parte de visitantes internacionales ha disminuido.
Este gobierno tiene una tendencia a cuestionar las cifras, por lo que es importante señalar que la estadística de disminución de 40% de Kelly no es corroborada por ninguna otra fuente. Pero incluso si es cierto, no es una simple victoria para el equipo de Trump. Los medios y métodos que han utilizado para promover una visión de un Estados Unidos con sus puertas cerradas al mundo pueden llegar a ser peligrosamente exitosos, no sólo en las mentes de aquellos quienes buscan entrar ilegalmente al país, sino también para los que buscan viajar y pasar un tiempo dentro de nuestras fronteras.