(CNN Español) – Dos semanas después de que iniciara el proceso de dejación de armas a la comisión de las Naciones Unidas que acompaña el proceso, las FARC han entregado 140 de ellas, según informó la ONU en un comunicado el pasado viernes.
Ese armamento pertenece a los integrantes de las FARC que integran el Mecanismo de Monitoreo y Verificación; según dijo la ONU a inicios de marzo, ese grupo de las FARC estaba compuesto por 322 personas.
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“Grupos de observadores de la Misión ya se encuentran en campamentos de las FARC-EP para la observación de las armas allí presentes. En estos sitios, la Misión recibirá progresivamente las armas bajo el monitoreo de sus observadores”, dijo la ONU en un comunicado.
El presidente de Colombia Juan Manuel Santos informó en días pasados que son 14.000 armas de las FARC las que pasarán a manos de la ONU “para garantizar una paz estable”. Según la ONU, cerca de 7.000 guerrilleros de las FARC ya se concentraron en 26 puntos transitorios en los que los excombatientes harán la transición a la vida civil.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dice que de esas 14.000 armas, 11.000 son fusiles.
La ONU informó que ya empezó junto a las FARC el proceso de “planeación y verificación de la destrucción del armamento inestable, como municiones, minas y explosivos”.
Este martes el Alto Comisionado para la Paz publicó un video en su cuenta de Twitter en el que muestra que los cajones metálicos en los que serán almacenadas las armas de las FARC conforme se vayan entregando.
¿Cómo es el proceso desarme?
El General Javier Pérez Aquino, Jefe de Observadores de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia, relató el proceso inicial del desarme de las FARC.
Según explicó en una rueda de prensa en Bogotá el pasado 2 de marzo, el proceso de desarme, que se espera completar en 180 días, tiene tres partes: identificación y registro de las armas que haya en los campamentos y zonas veredales donde se concentran las FARC; almacenamiento de las armas, y planificación y verificación de la destrucción del armamento inestable ubicado en las “caletas” de las FARC.
Los observadores de la ONU registran en un formulario las armas individuales de los miembros de las FARC, explicó Pérez Aquino; en ese formulario se incluirá el seudónimo del guerrillero que entrega el arma y el tipo de arma (fusil, ametralladora, pistola, escopeta, revolver, etc).
Cada arma lleva un adhesivo para identificarla y luego será puesta en los contenedores de la ONU.
Esos adhesivos, explicó, son “resistentes al agua y a climas extremos”. Además cuentan con un sistema de seguridad para detectar si fue vulnerado.
Almacenamiento
Las armas que entreguen las FARC son puestas en cajones metálicos cuyas dimensiones son 2 metros x 1,5 metros x1,5 metros en acero reforzado, resistentes para el almacenamiento de armas y reposarán a la intemperie, explicó Pérez Aquino.
En cada cajón de estos caben entre 70 y 100 armas. Estos están sellados con candados de seguridad que tienen un sistema de alarma. Hay al menos un cajón en cada campamento de las FARC, dependiendo del número de excombatientes que haya en cada lugar, dijo el representante de la ONU.
El lugar donde estarán ubicados los contenedores estará “señalizado con carteles de peligro, iluminación nocturna, alarma y un circuito cerrado de televisión”, dijo el observador de la ONU.
¿Qué pasará con las armas?
Una vez finalice la entrega total de las armas de los casi 7.000 guerrilleros que se trasladaron a las zonas de concentración, la ONU sacará ese armamento de las zonas veredales transitorias.
Aún no se tiene claro cómo será la logística de extracción del armamento, ni el proceso con el que estas armas quedarán inhabilitadas y convertidas en los monumentos que estarán ubicados en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en Cuba y en Colombia.
El desarme hace parte del proceso de implementación de los acuerdos de paz entre el gobierno y las FARC que se firmaron en noviembre de 2016 en Bogotá, luego de 4 años de negociaciones en La Habana, Cuba.
El acuerdo incluye los temas de desarrollo rural integral, participación política de los guerrilleros, erradicación de cultivos ilícitos, la verdad y reparación para las víctimas —en donde se aplica una justicia transicional—, el fin efectivo del conflicto (que incluye el procedimiento de la dejación de armas por parte de las FARC, que será verificada por la ONU) y la implementación.