(CNN) – Es uno de los sitios más sagrados del cristianismo: la cámara mortuoria donde se cree que Jesucristo fue sepultado. Ahora, tras nueve meses de una meticulosa restauración, será reabierta a los devotos.
Situado en el corazón del barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén, las necesarias reparaciones se llevaron a cabo en el Edículo, una pequeña estructura de piedra caliza y mármol construida en el lugar que, en el siglo IV, fue identificado como aquel en el que Jesús finalmente descansó tras su crucifixión.
El ambicioso proyecto fue supervisado por el Fondo Mundial de Monumentos (FMM) y el equipo interdisciplinario de especialistas y albañiles que llevaron a cabo el trabajo fue liderado por Antonia Moropoulou, de la Universidad Técnica Nacional de Atenas.
La restauración fue presentada al público este miércoles.
Los conservadores, que casi siempre trabajaron de noche para no afectar los rezos de los fieles cristianos en este sitio sagrado, restauraron primero la mampostería base y luego desplazaron los bloques de piedra a sus posiciones originales, asegurándolos con anclajes de titanio, según Moropoulou.
“Reforzamos la roca sagrada. Abrimos la tumba de Cristo para protegerla de la resina. Luego, reinstalamos los bloques de piedra uniéndolos con titanio”, explicó Moroloulou este lunes.
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Reparación diligente
En octubre pasado, los albañiles levantaron una lápida de mármol que, por primera vez en casi 500 años, cubrió el sitio sagrado.
Kristin Romey, escritora de arqueología de National Geographic, le dijo a CNN en ese momento: “Lo que realmente buscamos es investigar cómo ha evolucionado este sitio a lo largo del tiempo, cómo se convirtió en un punto central de veneración para más de 2.000 millones de cristianos hoy en día”.
“Es la primera vez en la memoria moderna que se ha removido el mármol de la tumba y tenemos la oportunidad de mirar allí e investigar la roca original sobre la cual, según la tradición cristiana, fue colocado el cuerpo de Jesucristo”, agregó la escritora.
Destapan la tumba del Santo Sepulcro por primera vez en siglos
Seis denominaciones distintas de la fe cristiana comparten este espacio sagrado: franciscanos (iglesia Católica), coptos, etíopes, sirios ortodoxos, armenios y griegos ortodoxos. En un intento por mantener una protección neutral para este lugar de culto de múltiples denominaciones, una familia musulmana ha conservado las llaves de la Iglesia del Santo Sepulcro durante varias generaciones.
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Las disputas entre los custodios del Santo Sepulcro frenaron los trabajos de reparación del deteriorado monumento por más de 50 años.
Luego, el año pasado, tres de esas comunidades religiosas —franciscana, armenia y griega ortodoxa— dejaron de lado sus conflictos para salvar el Edículo del colapso.
“Este es un momento histórico de colaboración entre las comunidades cristianas más importantes y otras alrededores del mundo, para garantizar la preservación del lugar sagrado de la Anástasis, único para el cristianismo”, dijo su beatitud Theophilos III, patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, en un comunicado de prensa.
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Proteger un lugar sagrado
La restauración terminó justo pocas semanas antes de Semana Santa, cuando se espera que miles de feligreses de todos los rincones del planeta hagan una peregrinación a Jerusalén.
Los restos de la roca que se cree es la tumba de Jesús están encapsulados por el Edículo, que está justo en el centro de la Rotonda principal de la iglesia. Ha sido profanado o destruido al menos cuatro veces a lo largo de la historia. La actual estructura fue reconstruida por un arquitecto griego en 1810, luego de daños provocados por el fuego al monumento.
Según el Fondo Mundial de Monumentos (FMM), el costo total de la restauración fue de 3,45 millones de euros (3,72 millones de dólares), que fueron financiados con donaciones de individuos privados, entre ellos la administradora del FMM Mica Ertegun, quien entregó 1,3 millones de dólares.
“Quería que la gente se uniera para preservar este lugar sagrado que es tan importante para todas las religiones. Su restauración es extraordinaria”, dijo Ertegun en un comunicado de prensa.
El FMM asegura que una segunda fase de la restauración empezará el próximo año, para asegurar “la estabilidad estructural a largo plazo del Edículo y para prevenir los daños que la humedad pueda generar en un futuro”.