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(CNN Español) – Mediante un comunicado de la Cancillería, el Gobierno de Venezuela acusó al Departamento de Estado de Estados Unidos y “los centros de poder estadounidenses” de dirigir una arremetida regional contra el país.

Según el Gobierno venezolano, los gobiernos de “la derecha intolerante y proimperialista de la región” han conformado una “coalición intervencionista”. “Han desatado una histérica campaña contra Venezuela, ante el fracaso de sus intenciones por inmiscuirse en nuestros asuntos internos”, se lee en el comunicado de la Cancillería.

El gobierno de Maduro reaccionó así a la ola de condena regional tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) venezolano de asumir las competencias de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.

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“La República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente esta arremetida internacional protagonizada por una coalición de gobiernos de derecha y de oligarquías para dar soporte y respaldo a la oposición venezolana intervencionista y apátrida”.

El Gobierno también anunció que ejercerá las acciones políticas y diplomáticas que brinda el Derecho Internacional para “evitar la materialización de planes contra la estabilidad y la paz en Venezuela”.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, denunció un “autogolpe de Estado perpetrado por el régimen venezolano contra la Asamblea Nacional”.

Por su parte, el Gobierno de Perú rechazó lo que llamó una “ruptura del orden democrático en Venezuela” y retiró de forma definitiva a su embajador en ese país.

La Cancillería de Argentina y el Gobierno de México manifestaron su “preocupación” la decisión del TSJ, mientras Colombia destacó “la importancia del respeto por la separación de poderes”.

El expresidente y candidato presidencial de Chile, Sebastián Piñera, señaló que la medida “es un paso inaceptable hacia una dictadura” y llamó a invocar la cláusula democrática de la OEA.

El Departamento de Estado estadounidense también condenó la medida y dijo en un comunicado que la decisión del TSJ “socava enormemente las instituciones democráticas”.

“Es falso que se haya consumado un golpe de Estado en Venezuela. Por el contrario, sus instituciones han adoptado correctivos legales para detener la desviada y golpista actuación de los parlamentarios opositores declarados abiertamente en desacato a las decisiones emanadas del máximo Tribunal de la República”, respondió el Gobierno de Venezuela mediante el comunicado.

El año pasado, el TSJ declaró en “desacato” a la Asamblea, a la que acusa del incumplimiento de varias sentencias.

“Gobiernos que practican la violación sistemática de derechos humanos, que reprimen violentamente a la disidencia política, que ejecutan golpes de Estado contra las mayorías electoras, que torturan y asesinan dirigentes populares y periodistas, que promueven el modelo neoliberal causante de miseria y pobreza, de forma sorprendente, aspiran condenar a Venezuela, acompañados de poderosas transnacionales de comunicación”, agregó el comunicado.