(CNN Español) – Este sábado, el Congreso de Paraguay amaneció afectado después de las protestas y el incendio de la noche del viernes, dejando documentos y computadoras incineradas, tiradas en los pasillos y en las plazas frente a la sede legislativa.
Un joven dirigente del opositor Partido Liberal, identificado como Rodrigo Quintana, de 25 años, murió tras recibir un disparo de la policía, que irrumpió en la sede de la agrupación política buscando a supuestos protagonistas de la protesta.
En un comunicado oficial, la policía asumió la autoría de la muerte del joven y anunció una investigación. Aún no hay cifras oficiales de heridos ni detenidos.
Antonio Busarquis, senador del Partido Liberal, pidió a las autoridades acelerar los trámites legales para liberar a los detenidos, que según dijo suman unas 200 personas.
Todo empezó el viernes cuando una manifestación de ciudadanos indignados por decisiones adoptadas en el Senado se tornó violenta.
Horas antes se había aprobado un cuestionado proyecto de enmienda para permitir la reelección presidencial.
Dicha modificación constitucional, calificada por opositores como ilegal, fue adoptada por los senadores colorados, que respaldan al presidente Horacio Cartes, junto a los que responden al expresidente Fernando Lugo.
El Congreso fue tomado por asalto, las rejas derribadas y parte del edificio incendiado. También se reportaron actos vandálicos en el centro de Asunción.
La noche del viernes, el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Velázquez, se acercó a un canal de televisión para transmitir un mensaje pidiendo la calma, y para comunicar a la ciudadanía que el estudio de la enmienda a favor de la reelección, que debía realizarse este sábado, se pospone hasta el martes.
Más tarde, el presidente Cartes emitió un comunicado pidiendo calma pero sin hacer referencia al proyecto de enmienda aprobado.
Calificó lo ocurrido en el Congreso como vandalismo y responsabilizó de la violencia a los opositores, a los disidentes del partido Colorado y a los medios.
“El incendio generado en la sede del Congreso demuestra una vez más que un grupo de paraguayos, empotrado en la política y en los medios masivos de comunicación, no escatimará esfuerzos para lograr el objetivo de destruir la democracia y la estabilidad política y económica del país”, dijo.
La Constitución paraguaya prohíbe la reelección presidencial. El Partido Liberal, el mayor de la oposición, y otras fuerzas opositoras alegan que la enmienda es inconstitucional.