(CNN) – Una colosal bomba de Estados Unidos cayó el jueves sobre túneles de ISIS en el este de Afganistán y mató a 36 militantes, según el Ministerio de Defensa afgano.
La explosión de la llamada “madre de todas las bombas”, la más poderosa no nuclear que tiene EE.UU., destruyó tres túneles subterráneos, así como armas y municiones, pero no resultó herido ningún civil, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa.
Funcionarios militares estadounidenses dijeron a CNN que una bomba GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast, conocida como MOAB, fue lanzada sobre posiciones de ISIS en la provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán.
Es una bomba de 10 toneladas, la más grande que existe. Esta es la primera vez que una MOAB ha sido usada en el campo de batalla, según los oficiales del ejército. Esta munición fue desarrollada en la Guerra de Iraq pero jamás fue usada antes en la guerra.
FOTOS | Así es la “madre de todas las bombas” que lanzó EE.UU. contra ISIS
Un residente de la zona situada a unos dos kilómetros de la explosión dijo a CNN que escuchó un “‘boom’ muy fuerte que rompió las ventanas” de su casa.
“Todos nos asustamos, y mis hijos y mi esposa estaban llorando. Pensamos que había sucedido justo en frente de nuestra casa”, dijo.
El general John Nicholson, el comandante estadounidense para la misión de la OTAN en Afganistán, defendió el uso de la bomba y confirmó que el objetivo era la red de túneles que ISIS utiliza para moverse y protegerse de las fuerzas afganas y estadounidenses.
“Esta fue el arma adecuada contra el objetivo correcto”, dijo.
Dijo que las fuerzas de la misión habían llevado a cabo una vigilancia rigurosa antes, durante y después de la operación para asegurarse de que no habría muertes civiles.
“Que quede claro, no vamos a cejar en nuestra misión para luchar junto a los compañeros afganos para destruir a ISIS K en 2017”, dijo, refiriéndose a la rama regional de ISIS.
Las autoridades dijeron que ISIS, que se ha expandido en Afganistán en los últimos años, utilizaba un complejo de cuevas y túneles que fueron minadas y fortificadas contra un ataque convencional.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el jueves que el bombardeo fue “otro trabajo con éxito”. Es la tercera acción militar importante que su administración ha tomado en los últimos meses, tras un operativo militar en Yemen, que provocó la muerte de civiles y de un marine estadounidense, y el ataque sorpresa de la semana pasada en una base aérea siria.
El embajador de Afganistán en EE.UU., Hamdullah Mohib, dijo que la colosal MOAB fue lanzada después de la intensificación en los combates durante la última semana. Las fuerzas afganas y de EE.UU. habían sido incapaces de avanzar porque ISIS había minado la zona con explosivos.
El objetivo
Las posiciones de ISIS afectados por la MOAB están en el distrito de Achin de la provincia de Nangarhar, una zona escasamente poblada donde se cree que operan entre 600 y 800 combatientes, de acuerdo con el Ejército de Estados Unidos.
Los locales dijeron a CNN que más de 3.000 familias habían huido del distrito en el último año, desde que el grupo militante estableció su presencia.
Un hombre, que no quiso dar su nombre por temor a represalias de ISIS, dijo que no había civiles en la zona controlada por el grupo terrorista.
La MOAB golpeó una región en la porosa frontera de Pakistán en la que el paisaje rocoso está salpicado de cuevas y túneles defensivos, por lo que es fácil de mantener y difícil de atacar.
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