(CNN) – A medida que los republicanos se apresuran a apaciguar temores de que su proyecto de ley de salud elimine protecciones para los enfermos, se están encontrando con un coro de oposición de sus mismos compañeros republicanos.
Con órdenes directas del presidente Donald Trump para cumplir con la largamente esperada promesa republicana de revocar el Obamacare, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes están intentando una vez más obtener los 216 votos que necesitan para aprobar un proyecto de ley esta semana. Hasta el momento, están fallando.
El mayor problema: la legislación le permitiría a los aseguradores cobrarle a las personas con condiciones preexistentes más por su atención de la salud si ellas dejan que su seguro caduque en cualquier momento.
Es un giro irónico en la cruzada del Partido Republicano para deshacerse de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, la ley histórica de salud promulgada por el expresidente Barack Obama, en el 2010. Un pilar importante de la ley es la prohibición a compañías de seguros de discriminar personas basándose en sus anteriores condiciones médicas.
Ahora, incluso algunos de los mismos republicanos que han jurado desmantelar el Obamacare reconocen que esa protección es simplemente intocable. “Desde el primer día, he apoyado que sean cubiertos los derechos de las personas con enfermedades preexistentes y, en mi opinión, esto socava ese esfuerzo. No puedo ser parte de esto”, le dijo a periodistas este martes el representante republicano por Michigan, Fred Upton. “Sí, hay maneras de solucionarlo, pero la propuesta que está sobre la mesa ahora no funciona”.
Upton, expresidente de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, se opondrá al proyecto de ley, en un golpe significativo para el liderazgo del Partido Republicano.
Él y el representante Billy Long, de Missouri, planean reunirse en la Casa Blanca con la esperanza de que se pueda negociar una enmienda sobre condiciones preexistentes. Incluso los republicanos que dicen estar inclinados a apoyar la última propuesta de la Cámara están atormentados por las preocupaciones planteadas por los votantes con antecedentes médicos.
En una conversación sorprendentemente sincera y extendida con los reporteros en el vistoso lobby de la Cámara de Representantes, este martes en la tarde, el representante Tom Rooney, de Florida, dijo que se enfrentó a unos electores “extremadamente enojados” y “sinceramente asustados” de regreso en su distrito.
“Sabes, la rabia más sincera que he notado proviene de personas que están sinceramente asustadas, que pueden tener una condición preexistente, que sienten como si estuvieran a punto de perderla y que van a morir, por causa de un voto que podríamos estar dando”, dijo Rooney.
“Y si no podemos explicar a la gente que eso no va a suceder, entonces va a ser muy difícil aprobar un proyecto de ley”, agregó Rooney, quien dijo que está inclinándose a votar por la iniciativa.
Es un argumento de ventas con el que los líderes republicanos no están convenciendo. “Las condiciones preexistentes están en el proyecto de ley y yo lo mando así. Dije ‘así tiene que ser’”, aseguró Trump en el programa Face the Nation de CBS.
En otra entrevista con Bloomberg News, Trump llegó a afirmar que la legislación del Partido Republicano “será tan buena en condiciones preexistentes como el Obamacare”, pero las matemáticas aún no concuerdan.
La preocupación por las condiciones preexistentes ha sido tan omnipresente que CNN ha constatado que 22 republicanos de la Cámara han dicho públicamente que votarían en contra de la ley de salud. Si 23 republicanos fallan, el proyecto de ley probablemente no pasará en la votación. Los partidarios demócratas del Obamacare dicen que la lucha republicana por revocarlo valida los méritos de la ley.
“La injusticia de cómo la gente con condiciones preexistentes había sido tratada antes de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (conocida como ACA, por sus siglas en inglés) fue su punto más convincente. Es una preocupación que cruza límites de raza, clase y geografía”, afirmó David Axelrod, exasesor de Obama y colaborador de CNN. “Al manipular este elemento fundamental de la ley, el liderazgo republicano y la Casa Blanca han tocado el tercer carril de la política de salud”, agregó.
La difícil realidad de los republicanos, dijo Axelrod, es la siguiente: “Es muy difícil desmantelar la ACA y preservar su protección para personas con condiciones preexistentes”.
Esfuerzo del liderazgo parlamentario republicano
El liderazgo republicano está involucrado en un frenético esfuerzo, hablando con los miembros y educándolos con la esperanza de que puedan conseguir que los que están en la base estén cómodos con las protecciones que existen en el proyecto de ley para personas con condiciones preexistentes. El vicepresidente Mike Pence estuvo en el Capitolio este lunes y martes conversando con los republicanos sobre sus preocupaciones, y los legisladores también han estado hablando con el secretario de Salud y Servicios Humanos, Tom Price.
Durante décadas, antes de la promulgación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, muchos estadounidenses no pudieron ni siquiera pagar u obtener un seguro debido a su historial médico. Como el Obamacare cambió esa norma, los republicanos están en los últimos años más cuidadosos de decir que no derogarían las protecciones para personas con condiciones preexistentes, cautelosos de no ser marcados como el partido que les quitó esa protección.
Aunque los republicanos han hecho una campaña agresiva para desmantelar el Obamacare, ha habido un reconocimiento silencioso de que quitarle protecciones a las personas con condiciones preexistentes podría significar un revés político. Incluso en el proyecto de ley de rechazo del 2015 que fue vetado por Obama, los republicanos no intentaron derogar las protecciones.
Sin embargo, ese proyecto de ley fue en su mayoría un esfuerzo de mensaje, ya que el veto de Obama estaba garantizado. Esta primavera, los republicanos tienen mayorías tanto en la Cámara como en el Senado, y un presidente que se animó a derogar el Obamacare. “Antes del 2014 todo era teórico, pero ahora son personas reales”, dijo el representante Larry Levitt, un experto en política de salud de la Fundación Familia Kaiser.
“Cuando era niño, era inflexible en que no me gustaba el brócoli sin importar lo bueno que fuera para mí. Pero, ya de adulto, lo como todo el tiempo”, aseguró Jesse Ferguson, un exasistente de Hillary Clinton que ahora trabaja con los demócratas en la oposición a la derogación de Obamacare. “Después de pasar años inflexibles sobre la derogación de la atención de la salud, parte de los republicanos parece que está creciendo, lista para comer su brócoli y dejar de revocar la ley porque es buena para todos”.