(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se jactó ante dos altos funcionarios rusos la semana pasada de que despedir al “loco” del director del FBI James Comey alivió “gran presión” sobre él, informó el New York Times el viernes.
“Acabo de despedir al jefe del FBI, estaba loco, con la tuerca suelta”, dijo Trump, según el Times. “Me enfrenté a una gran presión por causa de Rusia. Eso ya se acabó”.
La reunión de la Oficina Oval de Trump con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el embajador de Rusia ante Estados Unidos, Sergey Kislyak, ocurrió un día después de que Comey fuera despedido.
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, no refutó la historia del Times, pero dijo que fue la “defensa y politización” de Comey de la investigación de Rusia lo que ejerció presión sobre la capacidad del gobierno para interactuar con Moscú.
“El presidente siempre ha enfatizado la importancia de hacer acuerdos con Rusia en lo que se refiere a Siria, Ucrania, derrotar ISIS y otras cuestiones claves para el beneficio y la seguridad del pueblo estadounidense”, dijo Spicer en un comunicado a CNN. “Al imponerse y politizar la investigación sobre las acciones de Rusia, James Comey creó una presión innecesaria sobre nuestra capacidad para comprometernos y negociar con Rusia”.
“La investigación habría continuado, y, obviamente, el despido de Comey no la habría terminado. Una vez más, la verdadera historia es que nuestra seguridad nacional ha sido socavada por la filtración de conversaciones privadas y altamente clasificadas”.
El despido de Comey por parte de Trump fue recibido con escarnio bipartidista. La decisión —que se produjo después de que Trump le pidiera a Comey su lealtad y, según los memorandos escritos por el exdirector del FBI, de que le pidiera acabar una investigación sobre el principal asesor de seguridad nacional de Trump— fue vista como una clara violación del protocolo y algunos demócratas pidieron un juicio político.
El presidente sostiene que se sorprendió por la respuesta pública al despido de Comey.
“El director Comey fue muy impopular con la mayoría de la gente”, dijo el jueves en una conferencia de prensa. “Cuando tomé esa decisión, en realidad pensé que sería una decisión bipartidista, porque si usted mira a todas las personas del lado demócrata, no sólo del lado republicano, estaban diciendo cosas terribles sobre el director Comey”.
La noticia del NYT se dio a conocer poco después de que Trump despegara hacia su importante viaje de ocho días por cinco países del extranjero, el primero de su presidencia.
Incluso antes del reporte del viernes, las noticias sobre Comey y el recién nombrado asesor especial para la investigación de Rusia han amenazado con eclipsar el viaje de Trump.
La reunión de Trump con Lavrov y Kislyak era polémica antes de que las noticias de la conversación sobre Comey se conociera. No se invitó a los medios de comunicación de Estados Unidos a la reunión, pero un fotógrafo de TASS, la organización estatal de prensa rusa, estuvo en la sala por lo menos en parte de la reunión. La reunión fue también una solicitud personal de Vladimir Putin. El presidente ruso pidió que se reunieran cuando habló con Trump a principios de este mes.