(CNN Español) – Gabriela Zapata, la expareja del presidente de Bolivia, Evo Morales, fue condenada a 10 años de cárcel. Sus delitos: legitimación de ganancias ilícitas, asociación delictuosa, falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado, contribuciones y ventajas ilegítimas y uso de bienes y servicios públicos.
El juicio oral empezó el 17 de marzo del 2017 después de que la Fiscalía encontró los indicios suficientes y acusó formalmente a seis personas en el caso, entre ellas Zapata.
La Fiscalía inició el juicio poco después de que el periodista boliviano Carlos Varverde denunciara un supuesto caso de tráfico de influencias que tocaba al presidente Morales por la existencia de un supuesto hijo entre ambos.
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Zapata entonces era gerente comercial de la compañía china CAMC, que se había adjudicado millonarios contratos con el Estado boliviano.
La mujer fue detenida en febrero de 2016.
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A principios de 2016, Morales sostuvo que tuvo un hijo con Zapata, que el menor nació en 2007 pero falleció poco después. Posteriormente el mandatario expresó dudas sobre su existencia aunque Zapata insistía que el niño está con vida.
En abril, Morales se practicó una prueba de ADN para confirmar o no la paternidad del hijo que, supuestamente, tuvo con Gabriela Zapata en 2007. Sin embargo, su expareja se negó a hacerlo.
En mayo de 2016, una jueza de La Paz señaló que no había prueba de la existencia del supuesto niño y decidió archivar la demanda presentada por el mandatario boliviano.
El objetivo de la demanda era forzar a Zapata a presentar al menor ante las autoridades.
Esta es la primera sentencia en contra de la expareja del presidente Morales, ya que ella aún tiene otros procesos a los cuales debe responder.
Ya en agosto de 2016 la Fiscalía la eximió de cuatro delitos de los 10 que el Ministerio Público la había acusado: uso indebido de influencias en grado de complicidad, ejercicio indebido de la profesión, falsedad material y enriquecimiento ilícito de particulares con afectación al estado.
Antes de recibir su condena, Zapata ratificó su inocencia y aseguró que no le han demostrado nada y que no tiene relación con el presidente desde hace tiempo.