(CNN Español) – Luisa Ortega Díaz tiene confundida a Venezuela. La poderosa fiscal general, confesa militante chavista, ha emitido en los últimos meses varias críticas al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Eso le ha valido ser tildada de “traidora” y persona que da “pena ajena” por varios miembros del oficialismo, pero en la oposición algunos tampoco terminan de creer en su gradual cambio de postura.
Nombrada fiscal con el aval del fallecido presidente Hugo Chávez en el 2007, Luisa Ortega se ha convertido en la voz más importante, por el alto cargo que ocupa, en disentir del gobierno de Maduro.
Desde marzo ha reconocido el descontento social en Venezuela, ha advertido una ruptura del orden constitucional, ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que los civiles sean juzgados por tribunales militares, ha pedido respeto a la prensa y ha constatado las cifras de homicidios (70,1 por cada 100.000 habitantes), lo que ubica a Venezuela como uno de los países más violentos del mundo.
Estos últimos son datos que el Gobierno no publica de manera oficial desde hace años. En el último balance de homicidios de Latinoamérica del Centro de Investigación de Crimen Organizado InSight Crime, publicado en el 2016, Venezuela aparece como el segundo país más violento de toda la región, con 59 homicidios por cada 100.000 habitantes) después de El Salvador (81,2 homicidios).
Cuando llegó a la Fiscalía General, Diosdado Cabello era el presidente de la Asamblea Nacional. En el 2014 fue reelegida para un segundo mandato, que terminará en el 2021. Y si en este momento el Gobierno quisiera destituirla necesitaría del voto de la Asamblea Nacional, hoy de mayoría opositora.
Abogada de 59 años, está casada con el diputado oficialista Germán Ferrer, del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Y es recordada, entre otras cosas, por haber impulsado la condena a casi 14 años de prisión contra el dirigente opositor Leopoldo López, hallado culpable de instigar las protestas de febrero del 2014 contra Maduro, que dejaron un saldo de 43 muertos.
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Estas son las cinco razones por las que desde el oficialismo la han tildado de “traidora”.
1) 31 de marzo del 2017: La fiscal general se pronuncia sobre la polémica sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despoja a la Asamblea Nacional de sus funciones y alerta de una ruptura del orden constitucional. Un día después, el TSJ suprimió la decisión de asumir las facultades de la Asamblea, pero ya se había desatado una oleada de protestas que continúa casi dos meses después y ha dejado al menos 58 muertos.
2) 31 de marzo del 2017: La fiscal general Luisa Ortega emite un informe que constata que en Venezuela se están registrando 70,1 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que representa la tasa más alta en la historia del país. Ese mismo día, advirtió también que en el 2016 un total de 2.441 funcionarios del Gobierno fueron procesados por presunta violación de los derechos humanos.
3) 3 de mayo del 2017: En una entrevista con el diario estadounidense The Wall Street Journal, la fiscal general dijo estar preocupada por el posible uso de cortes militares para juzgar a civiles, habló de descontento social en Venezuela y criticó la represión de las protestas. Aseguró que es imposible pedirle a la gente un comportamiento pacífico si el Estado no actúa conforme a la ley y afirmó que debe guiarse por la Constitución de 1999, que es “insuperable” y es “la Constitución de Chávez”.
4) 16 de mayo del 2017: Tras una reunión con el presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de Venezuela, Tinedo Guía, la fiscal general pidió garantías y protección para los trabajadores de la prensa en su país.
5) 24 de mayo del 2017: En una inusual rueda de prensa, Ortega Díaz rechazó la actuación de la militarizada Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de los otros cuerpos de seguridad del Estado durante el control de las manifestaciones y protestas que se llevan a cabo desde finales de marzo. La fiscal aseguró que la GNB es la responsable de más de la mitad de los cerca de mil heridos que han dejado las protestas y de la muerte del joven Juan Pernalete, quien dijo que falleció por el impacto de una bomba lacrimógena. El Gobierno aseguró que el estudiante fue asesinado por una pistola de pernos, utilizada por miembros de la oposición.
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Con información de Kay Guerrero, de CNN en Español.