CNNE 415285 - nueva rana cristal ecuador yaku

(CNN Español) – A primera vista te puede parecer una pequeña rana como cualquiera, entre verde y amarilla y llena de puntos muy pequeños. Pero si miras más de cerca, y especialmente por debajo, podrás notar algo especial: su piel es transparente y te deja ver todos sus órganos, incluido el corazón latiendo. Se trata de la rana de cristal yaku, la nueva especie que un grupo de científicos descubrió en las tierras bajas de la Amazonía del Ecuador.

Así se ve la nueva especie de rana hallada en Ecuador.

“La nueva especie, Hyalinobatrachium yaku sp. n., se diferencia de todos sus congenéricos por tener una serie de puntos mediodorsales color verde oscuros en la cabeza y cuerpo, pericardio transparente, y un canto tonal con una duración de 0.27–0.4 segundos”, explica el informe que presenta al nuevo anfibio que mide hasta 2,23 centímetros, realizado por investigadores de la Universidad San Francisco de Quito, la Universidad Tecnológica Indoamérica y los grupos Third Millenium Alliance y The Biodiversity Group en Estados Unidos.

Justamente, todas las especies en el género Hyalinobatrachium tienen el peritoneo del vientre transparente, lo que permite ver parte de sus órganos. Pero la rana yaku al tener, además, el pericardio con esta característica deja su corazón a la vista o “completamente expuesto”, en palabras de los autores. Eso sí, no esperes que sea rojo: es blanco.

Los investigadores también destacaron que la nueva rana de cristal tiene un comportamiento reproductivo inusual, pues es el macho el que canta desde la parte inferior de las hojas y el que cuida de los huevos.

El curioso animal fue encontrado en tres zonas de la baja Amazonía en Ecuador con una altura que oscila entre los 300 y 360 metros: San José de Payamino (provincia de Orellana), Ahuano (provincia de Napo) y en la comunidad Kichwa de Kallana (provincia de Pastaza). En todas las áreas, las ranas se hallaron cerca a fuentes de agua, de ahí que los investigadores decidieran llamarla yaku, que significa “agua” en lengua quechua.

Además, los anfibios analizados se encontraron sobre hojas de vegetación ribereña y de pequeños arbustos, helechos y gramíneas. “Ninguna rana de cristal amazónica tiene un patrón dorsal similar (los puntos verdes característicos) al de la nueva especie”, resaltaron los seis autores.

Sin embargo, no descartaron que la especie yaku pueda habitar en otros lugares, como el cercano Perú, debido a que los tres sitios de Ecuador donde se recogieron muestras del anfibio están a una distancia geográfica considerable. Kallana y San José de Payamino se encuentran a unos 110 kilómetros de distancia, mientras que Ahuano está a medio camino de los dos anteriores.

Los investigadores detrás de la identificación y la autoría del informe publicado en la revista científica ZooKeys, son Juan Guayasamin, Diego Cisneros-Heredia, Ross Maynard, Ryan Lynch, Jaime Culebras y Paul Hamilton.

La acaban de descubrir y ya está en el peligro

Lamentablemente, esta increíble rana de cristal ya está en peligro por el ambiente. Empezando por la contaminación de las fuentes del agua por actividades petroleras y mineras. Según los autores, esta situación “representa una de las mayores amenazas para los anfibios amazónicos, así como para muchas otras especies dependientes del agua”. Y así lo reiteró uno de los investigadores en su cuenta de Twitter:

Los investigadores explicaron que aunque una gran proporción de la Amazonía ecuatoriana ya fue entregada en concesión “a varias actividades extractivas”, el gobierno del país “tiene previsto intensificar la extracción de petróleo en la región”. Añadieron que la contaminación y la extracción de recursos naturales podría amenazar a las poblaciones de la rana yaku por “la degradación del hábitat y el aislamiento”.

No es la primera vez para Ecuador

Los últimos años han sido fructíferos para Ecuador en términos de descubrir nuevas especies de ranas. En enero de 2015, la especie Paquisha llegó a los titulares de prensa, tras ser hallada por investigadores ecuatorianos en el cantón con su mismo nombre, provincia Zamora Chinchipe. Con el nombre científico de Pristimantis paquishae, es la quinta especie de rana endémica para la Cordillera del Cóndor, y la primera especie de rana lluvia de la meseta de arenisca de esta cordillera, como lo informó la agencia de noticias ecuatoriana Andes.

Meses antes, en junio 2014, fue descubierta la Rana Cutín de Ron, que pertenece al género Pristimantis, en un bosque húmedo del Parque Nacional Sangay, en la provincia de Morona Santiago, perteneciente a la Amazonía ecuatoriana. Esta también es una especie endémica que sólo habita en ese parque, de acuerdo a lo reportado por Andes.

Y en agosto de 2015 llegó una buena noticia: se encontraron ejemplares de una rana que se creía extinta. Según el portal de Medios Públicos del Ecuador, técnicos del Ministerio del Ambiente encontraron en Azuay (sur) a tres ‘jambatos’, o atelopus bomolochos, animales que se creían extintos porque desde hacía más de 25 años no había información de su presencia en Ecuador. Y para conservar a esta clase de anfibio amenazado, los expertos juntaron a un individuo macho y una hembra durante 40 días para el proceso de reproducción.

Aproximadamente el 30% de las clases de anfibios en Ecuador se encuentran registrados en los ‘libros rojos’ por estar en riesgo de extinción.