(CNN) – Tenía 22 años cuando entró en la política irlandesa. A los 27, fue elegido al Parlamento. A los 36, aseguró públicamente que era gay. Y ahora, a los 38, Leo Varadkar, el hijo de un padre inmigrante indio y una madre irlandesa, es uno de los candidatos a convertirse en el próximo primer ministro de Irlanda.
El joven dublinés, actualmente ministro de Protección Social de Irlanda, anunció su campaña para reemplazar al Taoiseach Enda Kenny, primer ministro desde el 2011 y líder del partido gobernante Fine Gael desde el 2002, poco después de que Kenny anunciara que se retiraría a principios de este mes.
El único oponente de Varadkar es el ministro de Vivienda, Simon Coveney, quien proviene de una familia de incondicionales del Fine Gael. Aunque Coveney apela a la afiliación más conservadora del partido fuera de la capital, muchos ven a Varadkar como una nueva cara para los votantes urbanos, mientras siguen apelando a la base rural del partido.
Varadkar ha logrado apuntalar el apoyo de muchos de sus colegas parlamentarios del Fine Gael, cuya decisión cuenta en el 65% de la votación final. Los miembros del partido y los políticos locales constituyen el otro 35%. Se espera una decisión para el 2 de junio.
Aunque Varadkar parece estar a un paso de la política irlandesa tradicional, un posible freno para su récord de votación o su campaña, promete más un cambio de imagen que una revisión.
“No soy un político medio indio ni un político gay”.
Mientras Irlanda se preparaba para emitir un voto histórico que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en el 2015, Varadkar admitió públicamente su condición sexual en la radio nacional irlandesa.
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“No es algo que me defina, no soy un político medio indio, un médico político o un político gay, es sólo parte de lo que soy, no me define, supongo que es parte de mi carácter”, dijo el muy reservado político en RTÉ 1.
Aunque Varadkar ha tratado de alejar la atención sobre su sexualidad de su política, para un país que está cada vez más tratando de centrarse en una identidad europea más liberal y sacudir la resaca de la participación religiosa en la política, un discurso como el de Varadkar, con su particular tono, sigue siendo innovador.
La homosexualidad sólo fue despenalizada en Irlanda en 1993. En el 2015, Irlanda aprobó la Ley de Igualdad del Matrimonio, permitiendo que las parejas del mismo sexo se casaran.
El senador David Norris, de 73 años, el primer político irlandés que admitió públicamente ser gay, le aseguró a CNN que entiende por qué Varadkar quiere centrarse en las políticas y no en su vida personal. Hablando de su propia experiencia, Norris dijo: “Nunca hice gran cosa, porque no quería que me trataran como un “bicho raro”. No quería quedarme estancado sólo en temas de sexualidad”.
“Lo que Varadkar haga en la cama es irrelevante”, dijo Norris. Pero también señaló que si Varadkar se convierte en el próximo primer ministro irlandés o Taoiseach, sería señal de otro paso adelante en cuanto a los derechos a la igualdad en Irlanda.
“Para las personas de mi generación, no había ningún modelo a seguir. Ahora, el poder tener un hombre gay joven, capaz y guapo como primer ministro del país, le dice a los jóvenes ‘puedes ser lo que quieras, tu sexualidad no importa”, afirmó.
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Si es elegido, Varadkar sería uno de los dos jefes de gobierno abiertamente homosexuales actualmente en funciones. El otro es el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel. En el pasado, otros dos líderes mundiales admitieron públicamente su homosexualidad: el exprimer ministro belga Elio Di Rupo y la exprimera ministra islandesa Jóhanna Sigurõardóttir.
Raíces inmigrantes
Varadkar nació y creció en Dublín en el hogar de una madre, Miriam, enfermera originaria de Waterford, en el sureste de Irlanda, y de un padre, Ashok, un médico de Mumbai (India). La pareja se conoció mientras trabajaban en el Reino Unido.
A pesar de que los padres de Varadkar fueron inmigrantes en algún momento de sus vidas, el propio Varadkar ha tomado previamente una postura polémica sobre la inmigración, sugiriendo en algún momento la deportación de inmigrantes desempleados para combatir el aumento de las cifras de desempleo.
En el 2008, cuando era portavoz de su partido en cuanto a emprendimiento, comercio y empleo, aseguró: “¿sería útil en esta etapa darle a los extranjeros la oportunidad de recibir, digamos, tres, cuatro o seis meses de beneficios, si después acuerdan repatriarse a su país de origen y luego renunciar a estos beneficios?”.
En su actual candidatura, no ha establecido planes para la inmigración y se espera que continúe trabajando con las políticas actuales, muchas de las cuales son un espejo de las de su vecino en el Reino Unido.
Sin embargo, parece que Varadkar tiene el respaldo de la comunidad india de Irlanda.
Prashant Shukla, director ejecutivo del Consejo Irlanda-India, le aseguró a CNN: “Tradicionalmente los indios han intentado integrarse muy bien en sus países de adopción y continúan haciendo contribuciones sobresalientes a sus territorios elegidos alrededor del mundo, debido a su sostenido trabajo duro, espíritu emprendedor, valores familiares, naturaleza adoptable y profundo compromiso con la democracia.
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Tal vez la misma historia se repetirá en el caso de Leo Varadkar en Irlanda. Es un momento de orgullo para su padre, el doctor Ashok Varadkar y su madre Miriam, al ver que su hijo está peleando por el liderazgo del Fine Gael y, en última instancia, por ser el Taoiseach: más de 30.000 miembros de la comunidad irlandesa-india esperan ansiosamente que eso pase”.
“Llevar a Irlanda hacia adelante”
En su campaña por el liderazgo del partido, cuyo lema es “Llevar a Irlanda hacia adelante”, Varadkar ha prometido celebrar un referendo sobre el aborto en el 2018, reformar las leyes fiscales para los trabajadores independientes y derogar un controvertido impuesto al agua, al tiempo que devolverle este importe a quienes ya lo habían pagado. El fiscalmente conservador político también ha prometido reprimir el fraude al sistema de seguridad social, invertir fuertemente en grandes proyectos de infraestructura y actuar como un defensor de las pequeñas empresas.
La doctora Theresa Reidy, experta en gobierno del University College Cork, dice que no será la política la que garantice la victoria de Varadkar, sino su personalidad. Aunque su sexualidad y su juventud lo han puesto en un lugar especial, sus “descripciones demográficas no influirán de manera significativa en los factores del debate político”.
Reidy también aseguró que el sistema político de Irlanda se basa en la política, no en la vida personal de sus políticos o sus familias.
“No hay ningún rol para la primera dama ni nada parecido en la política irlandesa: las circunstancias personales de los políticos de forma individual nunca han estado muy presentes en los debates públicos en Irlanda, y las familias tienden a asumir un papel secundario”, dijo.
“Él es un intérprete vocal de los medios de comunicación, y es muy capaz, como comunicador, de capturar el espíritu del momento”. Pero como Taoiseach, Varadkar podría estar más limitado y tener que alejarse de su carácter aventurero.
Como dijo Reidy: “las consecuencias son mucho más significativas cuando eres el primer ministro”.