(CNN) – La Casa Blanca negó un reporte sobre que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea retrasar su visita oficial a Gran Bretaña por temor ante posibles protestas y su impopularidad percibida.
De acuerdo con un reporte de The Guardian este domingo, Trump reveló su malestar durante una conversación con la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, en semanas recientes, de acuerdo con un asesor de Downing Street, la oficina de la primera ministra, quien estaba en la sala.
Pero una fuente de primer nivel del gobierno de Trump negó que el tema hubiera surgido cuando el presidente y la primera ministra hablaron el viernes después de las elecciones británicas.
“El presidente tiene un inmenso respeto por la primera ministra May. Ese tema nunca surgió durante la llamada”, el funcionario dijo a CNN.
Un segundo funcionario de alto nivel del gobierno estadounidense también descartó el reporte de The Guardian, reconociendo que Trump tal vez nunca sea popular en Londres, lo que no le sorprende.
No hay fecha oficial para la visita. Un portavoz de Downing Street rehusó comentar lo que calificó de “especulaciones sobre el contenido de una conversación telefónica privada”.
“La reina hizo una invitación al presidente Trump para visitar Gran Bretaña y no hay cambio ante dichos planes”, añadió el portavoz.
LEE: Los tuits de Trump que desataron la ira de los políticos británicos
Trump se ha vuelto muy impopular en Gran Bretaña en días recientes. Su duro ataque en Twitter contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, tras el ataque terrorista del Puente de Londres la semana pasada se ganó la condena de todo el espectro político británico. Khan luego llamó al gobierno a cancelar la visita de Trump.
El domingo, el líder opositor Jeremy Corbyn expresó su respaldó a la cancelación de la visita.
“La cancelación de la visita de Estado del presidente Trump es bienvenida, especialmente tras el ataque contra el alcalde de Londres y la retirada del Acuerdo de París”, escribió en Twitter.
En febrero, el gobierno británico rechazó formalmente una petición en internet para cancelar o degradar la visita de Estado de Trump a Gran Bretaña. La petición ha reunido más de 1.8 millones de firmas.