(CNN) – Es el drama de Washington con mayor éxito de taquilla desde… la semana pasada.
La aparición del secretario de Justicia, Jeff Sessions, ante la Comisión de Inteligencia del Senado este martes puede carecer de la teatralidad que rodeó a la “audiencia del siglo” protagonizada por el exdirector del FBI, James Comey, pero su testimonio será una secuela dramática en la investigación sobre la incursión de Rusia en las elecciones de 2016.
También significa que la tormenta rusa continuará inundando la agenda del presidente Donald Trump. Además de su testimonio, el destino del fiscal especial Robert Mueller también está en el aire.
Los senadores desafiarán a Sessions sobre las cuestiones planteadas por el testimonio de Comey, sobre su propio comportamiento y sus reuniones con funcionarios rusos y, posiblemente, sobre sus relaciones aparentemente tensas con Trump.
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Aunque Sessions accedió a testificar públicamente, hay cuestionamientos acerca de sus motivaciones. ¿Simplemente quiere dar su versión de los hechos siguiendo el testimonio de Comey? ¿O es que su aparición representa un contraataque orquestado por la Casa Blanca tras ese dañino testimonio?
A lo que Sessions se enfrenta
La audiencia de Sessions no está exenta de riesgos.
Durante sus audiencias de confirmación, el exsenador por Alabama no informó acerca de sus reuniones con el embajador de Rusia, Sergey Kislyak, lo que lo obligó a modificar más tarde su testimonio, agregando combustible a la intriga que gira alrededor de la trama rusa en Washington.
“No está muy claro lo que va a decir, y estoy un poco sorprendido porque en el pasado, se ha metido en problemas cuando dijo las cosas que no resultaron ser del todo ciertas”, dijo Jens Ohlin, profesor de Derecho en la Universidad de Cornell.
“No estoy seguro de que sea el mejor intérprete al ser interrogado por sus colegas senadores. Él está acostumbrado a estar en el otro lado. Cuanto más dice, más se arriesga a ser desafiado por inconsistencias”.
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Preguntas para el secretario de Justicia
Sessions es vulnerable en al menos tres áreas.
En primer lugar, los demócratas lo cuestionarán sobre las revelaciones de Comey. Por ejemplo, su afirmación de que Sessions pareció reconocer lo inapropiado de la solicitud de Trump para reunirse con el director del FBI a solas, el 14 de febrero. Comey testificó que en privado, en la Casa Blanca, el presidente le solicitó dejar la investigación sobre el exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.
“Mi sensación era que el secretario de Justicia sabía que no debería haber salido”, dijo Comey la semana pasada.
Más tarde, Comey dijo que fue tan incómodo que le “imploró” a Sessions “evitar cualquier futura comunicación directa entre el presidente y yo”.
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En segundo lugar, es probable que se le pregunte por qué, después de inhibirse de la investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones, jugó un papel clave en la decisión de recomendar al presidente el despido de Comey, el mes pasado.
En su defensa, Sessions puede citar una nota escrita por el subsecretario Rod Rosenstein en la que criticó a Comey por la investigación sobre el uso del correo electrónico de Hillary Clinton.
Pero la declaración posterior de Trump, a la NBC, de que estaba pensando de la investigación sobre Rusia cuando despidió al director del FBI pondría en duda tal explicación.
La tercera área de vulnerabilidad para Sessions también surge de la audiencia de Comey. El exdirector del FBI dio a entender en una sesión cerrada de la Comisión que pudo haber habido una tercera reunión, no declarada, entre Sessions y Kislyak, dijeron personas familiarizadas con la sesión.
CNN informó previamente de que los investigadores del Congreso están examinando si Sessions tuvo una reunión privada adicional con el embajador de Rusia, en abril de 2016, en el Mayflower Hotel en Washington.
En su audiencia de confirmación, Sessions testificó que no tuvo “comunicaciones” con los rusos durante la campaña presidencial.
Cuando más tarde se supo que sí -de hecho se reunió varias veces con Kislyak- algunos demócratas lo acusaron de mentir al Congreso y exigieron su renuncia.