(CNN) – Los cambios propuestos en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba que el presidente Donald Trump revelará este viernes en Miami podrían afectar negativamente a las marcas hoteleras que compiten directamente con el imperio empresarial de Trump, lo que dificulta su expansión en Cuba.
Los cambios de Trump en la política de Cuba incluyen la prohibición de “transacciones financieras, incluidas las transacciones relacionadas con viajes con GAESA y sus filiales, subsidiarias y sucesores”, según documentos revisados por CNN.
Gaviota, el brazo turístico de la estatal GAESA, opera actualmente el Four Points by Sheraton La Habana, que es el primer hotel en abrir sus puertas en Cuba en casi 60 años.
GAESA, la compañía directamente afectada por el plan de Trump, controla grandes sectores de la economía cubana y es dirigida por el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno de Raúl Castro.
Incluso los estadounidenses que viajan legalmente a Cuba, de acuerdo con la nueva política de Trump, no podrían hospedarse en ningún hotel conectado con el ejército cubano, incluyendo el Four Points by Sheraton en La Habana.
La propuesta Trump incluiría exenciones a esta política, pero ninguna parece incluir hoteles como el Sheraton o proyectos futuros.
Trump dijo a CNN en 2016 que estaba interesado en abrir un hotel en Cuba “cuando se nos permita hacerlo”. Pero la compañía de Trump prometió antes de su presidencia que no perseguirían ninguna oferta extranjera mientras él estuviera en la Casa Blanca, posponiendo cualquier entrada posible en el mercado cubano.
Pero la decisión de prohibir los negocios con GAESA para dirigir a los turistas a compañías privadas y AirBnB es un ejemplo de la capacidad de Trump de impactar a los competidores de su negocio mientras está en la Casa Blanca. La prohibición de Trump, en efecto, pone a otras compañías hoteleras en pie de igualdad con su compañía personal: no se les permite continuar sus negocios en Cuba.
Starwood, que se fusionó con Marriott el año pasado, gestiona la marca Sheraton Hotel. El presidente de Marriott, Arne Sorenson, dijo a los periodistas que el gobierno Trump debería “reconocer y utilizar los viajes como una herramienta estratégica en sus esfuerzos por mejorar las relaciones con Cuba, permitiéndonos ser parte de un futuro prometedor, en lugar de volver a las políticas del pasado”.
Señaló que la empresa hotelera ha “invertido recursos significativos estableciendo una presencia en Cuba, y con un hotel abierto y otro en proceso, acabamos de comenzar nuestro trabajo creando oportunidades y un sector turístico más vibrante en la isla”.
Sorenson agregó que sería “extremadamente decepcionante ver que se detiene y revierte el progreso que se ha hecho en los últimos dos años”.