(CNN) – Cuando el más misterioso líder del mundo llega a un desfile, sale de un Mercedes Benz negro a una alfombra roja.
Pero, ¿quién le vendió al líder supremo de Corea del Norte una nueva limusina de máximo lujo?
A pesar de las sanciones internacionales, Kim Jong-un continúa disfrutando de una vida de lujos. Sus compras recientes incluyen un yate de color blanco brillante, licores caros e incluso el equipo necesario para una estación de esquí de lujo.
El país compró bienes de lujo por un valor de 645,8 millones de dólares en 2012, según un informe de la ONU de 2014.
Para poner esto en contexto, en 2015, las importaciones de Corea del Norte fueron de 3.470 millones. Pero si quitamos de la ecuación a China, el mayor socio comercial de Corea del Norte, el desglose revela que Corea del Norte gastó más en artículos de lujo que en importaciones lícitas desde el resto del mundo, según datos de la ONU procesados por el MIT Media Lab’s Observatory of Economic Complexity.
Entonces, ¿cómo puede el líder de un país, que en marzo del año pasado advirtió a sus ciudadanos que debían prepararse para una posible hambruna y dificultades económicas graves, vivir en medio de ese lujo?
Los expertos dicen que este tipo de compras se realizan con la alcancía personal de Kim, llena gracias a acuerdos ilícitos en todo el mundo. Corea del Norte fue acusado de delitos como el hackeo de bancos, venta de armas, tráfico de drogas, falsificación de dinero en efectivo e incluso tráfico de especies en peligro de extinción, operaciones que se cree que dejan cientos de millones de dólares.
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Ese dinero también ayuda a financiar los programas nucleares y de misiles del país, los cuales Pyongyang cree que necesita para disuadir cualquier intento liderado por Estados Unidos de derribar al régimen, según los expertos.
Las aspiraciones nucleares de Corea del Norte han progresado rápidamente a pesar de las sanciones, y Pyongyang ha resistido a cualquier intento estadounidense de negociación que imponga la desnuclearización.
Es casi imposible realizar un seguimiento de estos fondos ilícitos con precisión, ya que muy probablemente están escondidos. Sin embargo, un informe de 2008 del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense indicó que Pyongyang podría generar entre 500 millones y 1.000 millones de dólares en beneficios anuales de sus ganancias ilícitas.
“Corea del Norte venderá cualquier cosa a cualquiera, siempre y cuando paguen”, dijo Anthony Ruggiero, exsubdirector del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en un panel patrocinado por la Fundación para la Defensa de Democracias, la semana pasada.
Ese dinero financia la búsqueda de Pyongyang de un arma nuclear de largo alcance y el lujoso estilo de vida de la élite del país, manteniéndolos felices aunque las sanciones paralicen la economía, según los analistas con los que habló CNN.
Al final, es una forma importante para Kim de consolidar su poder y evitar los desafíos a su autoridad, según los expertos.
“Ese es el ingreso que va directamente a los bolsillos o las cuentas bancarias de los dirigentes de Corea del Norte”, dijo Sheena Greitens, profesor de la Universidad de Missouri que ha estudiado las actividades financieras ilícitas de Corea del Norte durante los últimos años.
Con el fin de presionar a Kim hasta que esté lo suficientemente desesperado como para llegar a una mesa de negociación en los términos de Estados Unidos, el presidente estadounidense Donald Trump puede que tenga que perseguir ese dinero, según los analistas.
Pero cortar esos ingresos puede resultar muy difícil.
“Este es un régimen realmente bueno en encontrar nuevas y creativas formas ilícitas de ganar dinero y, eso procede a veces de nuevas actividades, o es cuestión de cambiar las ubicaciones geográficas de esas actividades”, dijo Greitens. “Si se quiere frenar la capacidad de Corea del Norte de ganar dinero con esas actividades ilícitas, hay también que acabar con su capacidad de adaptación”.