(CNN) – Una junta de libertad condicional de Nevada decidió este jueves otorgarle de manera unánime la libertad condicional al exdeportista O.J. Simpson.
Simpson llegó este jueves a una audiencia ante la Junta de Libertad Condicional de Nevada para solicitar su libertad condicional luego de pasar nueve de los 33 años a los que fue condenado en 2008 por 12 cargos, entre ellos secuestro y el robo a mano armada en una habitación en un hotel en Las Vegas.
El exatleta saldría de prisión el próximo mes de octubre.
Uno de los comisionados dijo que Simpson “cumplió con las reglas de la prisión y ha cambiado de manera aceptable y no tiene ninguna condena anterior de actividad criminal”.
Durante la audiencia, Simpson resaltó que nunca disparó un arma contra ninguna persona.
Simpson —que ha permanecido los últimos años en la correccional Lovelock, una prisión de seguridad media en el desierto de Nevada— y sus compañeros armados habrían confrontado a dos vendedores de recuerdos y se llevaron algunas piezas. El exatleta dijo en ese momento que estaba recuperando objetos personales que habían le sido robados y que no sabía que sus compañeros llevaban armas.
Durante sus años en prisión, Simpson ha pasado su tiempo jugando fútbol de fantasía, entrenando softball y, al menos al principio, comiendo mucha comida chatarra, según dos guardias y un compañero de prisión que estuvieron con él.
Simpson se volvió conocido en 1995 por el caso del asesinato de su exesposa, Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman.
En el juicio por el asesinato que concentró la atención de Estados Unidos a mediados de la década de 1990, Allen Wattenberg, dueño de la tienda de Ross Cutlery, testificó que uno de sus empleados le vendió a Simpson un cuchillo de aguja de 15 pulgadas el 3 de mayo de 1994. Wattenberg dijo que Simpson pidió que el cuchillo fuera afilado.
Un testigo de cargo, el doctor Lakshmanan Sathyavagiswaran, dijo al jurado que creía que los asesinatos se llevaron a cabo con un cuchillo de un solo filo.
Durante el interrogatorio, sin embargo, el médico dijo que no podía estar seguro de eso.
Flanqueado por su estelar equipo legal, Simpson fue declarado no culpable de los dos asesinatos el 3 de octubre de 1995. No puede ser juzgado de nuevo.
El proceso testimonial en el juicio tomó unos nueve meses, con alrededor de 120 testigos, 45.000 páginas de pruebas y 1.100 objetos expuestos.