Nota del editor:Dina García es investigadora postdoctoral en el Programa T90 de Capacitación Institucional en Investigación de Salud Bucal del Colegio de Odontología en la Universidad de Iowa. Síguela en @epidg
Han pasado casi cuarenta años desde que los primeros casos de lo que ahora conocemos como el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) fueron reportados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos. Desde entonces, más de 70 millones de personas han sido infectadas y aproximadamente 35 millones han muerto a causa del VIH, según datos provenientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué se sabe ahora sobre el VIH?
Cuando una persona es infectada con el VIH, el virus ataca y destruye las células CD4 del sistema inmunitario colonizándolas y utilizando sus recursos para reproducirse y propagarse por todo el cuerpo.
Mientras que las células infectadas reproducen el virus, algunas de estas entran en un periodo de inactividad en la cual no producen nuevas copias del VIH. Las células infectadas que no multiplican el virus se llaman reservorios de VIH latentes. Estos reservorios se pueden encontrar en diversas partes del cuerpo y su periodo de inactividad puede durar meses e incluso años.
El problema con estos reservorios es que la terapia antirretroviral (TARV) no tiene ningún efecto en ellos. La TARV, que consiste en la ingesta de una combinación de medicamentos, previene la reproducción del virus en las células que activamente están produciendo el VIH. Pero el virus no puede ser eliminado completamente del cuerpo sin eliminar a las células de VIH latentes.
Para que la TARV pueda tener un efecto en los reservorios, es necesario que las células latentes primero sean activadas para que de esa manera puedan ser detectadas por los medicamentos.
El doctor Pedro Cahn, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Buenos Aires, nos ilustró este proceso al comparar a las células latentes de VIH con las ratas. “Supongamos que usted tuviera una especia de garaje en su casa en donde descubre que hay ratas. Para sacarlas, usted empieza a golpear los rincones donde están. Y cuando salen afuera, usted los puede matar con el raticida”. De igual manera, es necesario de alguna manera golpear a las células de VIH latentes para que empiecen a multiplicarse y puedan ser detectadas.
Avances para revertir la latencia de las células
Hace cinco años, Científicos de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, publicaron un artículo en la revista Nature donde demostraron que el vorinostat, un tipo de agente inhibidor de la desacetilasa de histona (HDAC, siglas en ingles), revierte la latencia y restablece el VIH dentro de los reservorios de células infectadas.
Después de este descubrimiento, ellos llevaron a cabo un estudio para determinar cómo administrar el vorinostat de manera efectiva y segura en individuos que viven con esta enfermedad.
El estudio, que recientemente se publicó en The Jounral of Clinical Investigation, reveló que, aunque el virus puede ser mejor detectado cuando vorinostat es administrado cada tres días, el efecto es transitorio y no termina de reducir la infección latente que se encuentra dentro de los reservorios.
“El efecto transitorio es bueno, porque demuestra que es posible hacerlo, pero no es un efecto sostenido. Van a tener que utilizar, además de este, otros mecanismos para poder controlar estas infecciones. Como por ejemplo estimular la respuesta inmune del organismo,” dijo el doctor Pedro Cahn.
Los investigadores concluyeron que se necesitarán avances científicos adicionales para eliminar efectivamente la infección persistente del VIH.
¿Qué tan cerca estamos de encontrar la cura para el VIH?
Esta semana, la Sociedad Internacional del VIH llevó a cabo la novena conferencia de Ciencia del VIH donde se reunieron profesionales de distintas partes del mundo para examinar los más recientes desarrollos científicos relacionados con esta enfermedad.
De acuerdo a un comunicado de prensa, varios avances en diversas áreas críticas de investigación, incluyendo la posibilidad futura de una vacuna contra el VIH, fueron presentados durante la conferencia. Aunque todavía no se ha llegado al descubrimiento de una cura para el VIH, indiscutiblemente el futuro se presenta alentador.
Panorama del VIH en Latinoamérica
UNAIDS estima que en Latinoamérica hay alrededor de 1,8 millones de personas viviendo con el VIH, de los cuales 97.000 son nuevos casos de infección. El doctor Cahn nos explicó que una de las razones por las que se siguen diagnosticando una gran cantidad de nuevos casos cada año en esta región, es porque el diagnóstico se está realizando en una fase tardía. Y aunque, comparativamente con otras regiones del mundo, América Latina tiene un buen nivel de acceso a la terapia antirretroviral, el buen nivel de acceso está limitado a aquellas personas que saben que tienen un análisis positivo.
Para abordar la epidemia de VIH en América Latina, es importante fortalecer estrategias de prevención, detección, y de acceso a tratamiento oportuno para esta enfermedad. En Argentina, por ejemplo, la Fundación Huésped es una organización no gubernamental con énfasis en el área del VIH/SIDA y otras enfermedades transmisibles que, aparte de ser un centro de relevancia internacional en investigación sobre VIH, ofrece varios programas incluyendo:
- Consejería y psicoterapias a individuos con VIH incluyendo sus familiares y amigos
- Asesoramiento y patrocinio legal en casos de discriminación
- Apoyo para inclusión socio laboral y en la adherencia al tratamiento
- Examen de VIH rápido y gratuito
El doctor Cahn, que también dirige esta organización, nos explicó que, el uso de la creatividad para difundir mensajes sobre el VIH/sida es vital para poder concientizar a distintas audiencias. Cada Día Mundial del Sida, por ejemplo, la organización emite un programa de TV con el propósito naturalizar esta problemática y consecuentemente reducir el estigma y discriminación que rodean esta enfermedad.
¿Estás seguro de no tener VIH?
Gracias a los avances en investigación que se han logrado a través de los años, el conocimiento científico y el tratamiento de esta enfermedad ha evolucionado de tal manera que muchos la consideran una enfermedad crónica, no un diagnóstico de muerte. Pero, es crucial subrayar que no se puede recibir tratamiento oportuno si no se sabe cuál es su estatus de VIH. De acuerdo a la OMS, el 40% de individuos con VIH no saben que están infectados con el virus.
Aparte de conocer su estatus, es importante saber que el VIH se puede transmitir de varias maneras incluyendo:
- Relaciones sexuales, sin barreras de protección, donde haya intercambio de sangre, semen, fluidos vaginales y/o de líquido preseminal con una persona infectada.
- Contacto con la sangre de una persona infectada, por ejemplo, al compartir jeringuillas o agujas.
- Transmisión de madre a hijo durante el parto o por medio de la lactancia materna si la madre no se ha sometido a un tratamiento antirretroviral.
También es vital saber que los síntomas del VIH pueden variar entre individuos y de acuerdo al estado de avance de la enfermedad. En etapas tempranas de la infección, se pueden experimentar síntomas de tipo gripal caracterizados por:
- Fiebre
- Dolores de cabeza/migrañas
- Dolor de garganta
- ganglios linfáticos inflamados
- Sudoración nocturna
- Pérdida de peso.
Después de la etapa aguda del VIH, la infección progresa una etapa clínica latente en el cual individuos exhiben síntomas muy leves. Pero, al no ser tratado, el VIH se puede convertir en el Síndrome de Inmune Deficiencia Adquirida (sida).