Washington (CNN) – El presidente Donald Trump cumple 200 días en el poder y todavía está muy por detrás de sus antecesores en lo que respecta a llenar las vacantes en su administración, tanto en funcionarios nominados como confirmados.
Cualquier nuevo presidente tiene que llenar unos 4.000 puestos en todo el gobierno, de los cuales 1.200 requieren la confirmación del Senado. Aunque nadie ha logrado completas esa tarea en 200 días, el grupo sin fines de lucro Partnership for Public Service (Asociación para el Servicio Público) recomienda que entre 300 y 400 de los puestos más importantes estén ya cubiertos para el receso de agosto.
Trump ni se acerca a esos números.
El presidente recibió un gran impulso en su avance la semana pasada cuando el Senado confirmó a más de cincuenta nominados pendientes, casi duplicando el número de nominados confirmados por Trump.
Pero todavía falta muchísimo.
Desde el 4 de agosto, fecha en que el Senado inició su receso, Trump ha nominado a 277 personas para puestos clave, ha confirmado 124 y ha retirado ocho de las nominaciones, según cálculos de CNN.
La Asociación para el Servicio Público ha identificado 577 posiciones ejecutivas esenciales, de las que Trump sólo ha llenado una quinta parte.
Su predecesor, Barack Obama, iba bastante más adelantado a estas alturas. Obama tenía 433 nominaciones y 310 confirmaciones en el mismo punto, el presidente George W. Bush había nominado a 414 y confirmado 294, y Bill Clinton tenía 345 nominaciones y 252 confirmados.
La tasa de Trump de 45% de nominados palidece en comparación con el 72% de Obama, el 71% de Bush y el 73% de Clinton. Además, estos nominados tardan mucho más tiempo en confirmar: un promedio de 54 días en comparación con 41, 35 y 30, respectivamente, para los presidentes anteriores.
La Casa Blanca echa la culpa de la lentitud a los demócratas - el partido minoritario en el Senado - argumentando que ha empleado tácticas dilatorias para demorar las confirmaciones de Trump.
De hecho, antes de que fracasara el intento de revocar el Obamacare en el Senado, los demócratas estaban obligando a los republicanos a seguir todos los pasos del proceso de nominación, lo que retrasó todo.
Pero parte de la lentitud también se ha debido a la dificultad a la hora de obtener la documentación de muchos de los nominados, y algunas de las nominaciones anunciadas tardaron meses en llegar al Senado para su consideración. Trump también se ha retrasado en los nombramientos de algunos funcionarios por supuestas diferencias entre miembros del gabinete y la Casa Blanca sobre los posibles candidatos.
Trump ya tiene su gabinete confirmado, aunque al seleccionar a John Kelly como secretario general de la Casa Blanca a finales del mes pasado, creó una vacante en el Departamento de Seguridad Interior. Pero los expertos dicen que su lentitud para llenar puestos de inferior jerarquía pero claves en distintas dependencias es igualmente importante, ya que son esos funcionarios los que están a cargo de la gestión cotidiana del gobierno.
El presidente de la Asociación para el Servicio Público, Max Stier, quien ha asesorado a varios presidentes y candidatos, incluido Trump, en la transición a la presidencia, dijo que el mandatario debería dar prioridad a llenar estos puestos si quiere ejecutar su agenda.
“Aunque el ritmo de nominaciones ha aumentado en las últimas semanas, siguen vacantes posiciones de liderazgo claves en casi todas las agencias y departamentos”, afirmó Stier. “El presidente debe dar prioridad a completar su equipo, lo que reforzará su capacidad para dirigir el gobierno, lograr sus prioridades y lidiar eficazmente con las crisis inevitables que ocurrirán en nuestro mundo complicado y peligroso”.