(CNNMoney) – Demasiados turistas pueden ser todo un dolor de cabeza.
Los residentes locales están alertando que los principales destinos vacacionales europeos están siendo arruinados por hordas de turistas que generan mucho ruido, polución ambiental y alza de las rentas.
La reacción fue total durante este verano en ciudades como Barcelona, Venecia, Dubrovnik y Praga, que han visto aumentar el número de visitantes gracias a un aumento de los vuelos regionales baratos y nuevos servicios de viaje como Airbnb.
Aunque el turismo ha impulsado las economías locales, los residentes dicen que sus vecindarios están siendo transformados en parques temáticos estilo Disney World.
“Ciertas ciudades europeas están sufriendo bajo la tensión de un turismo excesivo”, escribieron analistas en Euromonitor International en una investigación reciente. “Es obvio que se necesitan estrategias para hacer frente a una gran demanda turística”.
Así es como estas cuatro ciudades están haciendo frente a la gran afluencia de turistas:
Venecia: Por favor, ¡usen camisetas!
Analistas dicen que el aumento del turismo y los altos costos han ayudado a diezmar la población de la ciudad italiana, que ha caído en aproximadamente dos tercios en los últimos 50 años.
El Comité de Herencia Mundial de la UNESCO ha expresado una “preocupación extrema” sobre el impacto del turismo en los lugares históricos de Venecia. Los residentes locales, entre tanto, han protestado por la polución que dejan los cruceros y el aumento en el costo de vida.
La ciudad ha aumentado la presión. Ha promovido el número de la policía turística en puntos de interés turístico, ha prohibido nuevos puestos de ambulantes de venta de comida y tomó medidas para limitar el número de nuevas habitaciones de hotel.
A los turistas se les ha pedido no botar basura, no dejar “candados del amor”, no usar trajes de baño en la ciudad o no hacer picnics en las escaleras de los puntos arquitectónicos más importantes de la ciudad.
Barcelona: los turistas pagan impuestos para ayudar a los locales
Barcelona le dio la bienvenida a 8 millones de turistas el año pasado.
Algunos locales dicen que el número es mucho mas alto, y en las últimas semanas protestaron por la gran afluencia de turistas. En el barrio de Barceloneta, los manifestantes levantaron carteles recordándoles a los turistas que esa área es su hogar.
El consejo de la ciudad ha aprobado nuevas regulaciones para frenar la construcción de hoteles en el área y el alquiler de casas privadas. Las autoridades han decidido destinar los ingresos de un impuesto turístico a los servicios de los ciudadanos, en lugar de la promoción turística.
Las autoridades están preocupadas de que el reciente ataque terrorista en Barcelona pueda ahuyentar a los visitantes.
Dubrovnik: la maldición de Game of Thrones
Dubrovnik, en Croacia, vio un aumento anual del 10% en visitas en 2016, según el buró de estadísticas de ese país. La tendencia ha estado impulsada en parte por el prominente rol de la ciudad en la popular serie de Game of Thrones.
Pero la ciudad croata está sintiendo el apretón. Recientemente, siete cruceros con una capacidad total de cerca de 9.300 pasajeros llegó a Dubrovnik en un solo día, que llevó a la ciudad a emitir una advertencia de congestión peatonal para los habitantes locales. Otros 25.000 visitantes estaban ya visitando la ciudad o en sus alrededores.
Las autoridades locales buscan cortar el número de cruceros y han instalado una red de cámaras de seguridad en un intento de gestionar el flujo de turistas.
Praga: Por favor, guarden silencio
Praga está entre las ciudades más visitadas del continente, dándole la bienvenida a 5,8 millones de turistas el año pasado, según MasterCard.
La cultura de cerveza de la ciudad hace de esta uno de los destinos más populares para fiestas de solteros y multitudes en pubs para la consternación de los residentes locales.
No han habido protestas, pero las autoridades de Praga contrataron un equipo especial “anticonflicto” en mayo, que patrulla áreas llenas de gente en la noche y les piden a los turistas respetar el horario oficial de silencio durante la noche que inicia a las 10 p.m.