(CNN) – Se suponía que iba a ser un almuerzo divertido en la Gran Manzana con su madre y su abuela. Pero cuando Jennifer Andresen vio un aviso publicitario de la nueva temporada de “American Horror Story” en Nueva York, tuvo que salirse del auto, y rápido.
“Estaba teniendo un ataque de pánico avanzado”, dijo Andresen, que vive en Norwalk, Connecticut. “Mi pulso empezó a aumentar. Tenía náuseas. Creí que iba a vomitar. Mi madre y mi abuela me decían ‘¿qué pasa contigo?’. No quería arruinar mi día de familia, pero no pude controlarme”.
Lo que Andresen tiene es tripofobia, un miedo intenso e irracional a los hoyos, los agujeros, a los grupos de círculos y bultos pequeños aglomerados, como los de los panales, de las flores de loto o los baños de burbujas. Esta fobia hace parte clave de la nueva temporada de American Horror Story: Cult, pues la protagonista, Ally Mayfair Richards (interpretada por Sarah Paulson), es abrumada en el primer episodio con algunos agujeros en su soufflé y por un coral en la oficina de su terapeuta que siente que la están mirando.
“Mi esposo y yo estábamos viendo American Horror Story, y no tenía ni idea de lo que se trataría la serie”, cuenta Andresen con voz nerviosa. “La pieza de coral que ella veía me asustó tanto que tuve que decirle a mi esposo. Hasta ahora lo había mantenido para mí misma porque parece tan tonto y tan extraño”.
Andresen sufre de ansiedad general y de “un poco” de desorden obsesivo compulsivo, así que tiene apoyo de su familia. Pero no es la misma reacción que tiene de otros. “Otras personas dicen ‘¿qué te pasa?’ No entienden”, dice ella. “Pero es como cualquier otra fobia que las personas puedan tener, como a las arañas, a las alturas, a los payasos. A mí me asusta esto. Es de hecho una fobia. Es real. Definitivamente no es una broma”.
American Horror Story está promoviendo su nueva temporada con imágenes bizarras de partes del cuerpo y fotos de payasos editadas llenas de agujeros. (La protagonista también le tiene fobia a los payasos). Fue uno de esos pósters gigantes —la imagen de la cara de una mujer lamiendo hacia arriba con una lengua llena de agujeros— lo que le disparó la crisis a Andresen.
Una vida de aversiones
“Con la exposición mediática de American Horror Story va a ser peor, y la gente va a tratar de provocarnos”, dice Sue M. de Hampshire, Inglaterra. Sue, que sufre de tripofobia desde que tiene 5 años, no quiso que su apellido fuera utilizado en esta nota.
“He visto un aumento potencial de imágenes provocadoras en Facebook y en todo internet”, dice Sue. “He visto a personas que se unen a nuestro grupo de apoyo en Facebook y una vez en la comunidad publican imágenes para hacerle daño a nuestro grupo”.
“¿Por qué la gente hace eso? Supongo que la gente disfruta ver la reacción”, dice ella, que tiene 54 años y que como enfermera ha tenido problemas cuidando a pacientes con ciertas condiciones en su piel. “Ellos no solo son abusadores, sino cobardes también, escondiéndose detrás de un nombre falso y del anonimato de internet”.
Su desorden estalló hace pocos años, cuando varias imágenes de agujeros editados en el cuerpo humano se volvió viral en internet.
“En ese momento me di cuenta de que tenía una fobia. Alguien había tomado una semilla de loto y con Photoshop la puso en la el hombro de alguien. Cuando lo vi me sentí enferma, se me aumentó el pulso y con picazón en la piel. Tuve esa sensación durante varias semanas y aún cada vez que pienso en eso me enfermo”, cuenta Sue.
¿Por qué hoyos y grupos de agujeros?
Las investigaciones sobre tripofobia son limitadas. Entre los primeros en estudiar esta fobia estaban los psicólogos científicos Arnold Wilkins y Geoff Cole de la Universidad de Essex en Colchester, Inglaterra. En una investigación publicada en 2013, presentaron una teoría que muchos de los animales más peligrosos del mundo, como caimanes, cocodrilos, serpientes y peces venenosos, tienen grupos de agujeros y protuberancias en su piel. ¿Quizás la aversión podría ser una especie de respuesta innata de la lucha contra los animales peligrosos o venenosos?
El investigador Tom Kupfer, de la Universidad de Kent, tiene una noción diferente.
“Esas imágenes me parecen como si fueran percibidas como señales de enfermedades infecciosas o parásitos”, dijo Kupfer, que estudia el rol de las emociones o disgustos en nuestras vidas diarias. “No estaría sorprendido si esto fuera de hecho un desorden basado en en la repugnancia y la prevención de enfermedades”.
Para comprobar su punto, Kupfer estudió las reacciones a imágenes de lepra, viruela o sarampión, que se muestran como pequeñas protuberancias y grupos de agujeros en la piel. “El sarampión mató a millones y millones de personas, por lo que si un antepasado humano tenía predisposición a esas protuberancias, le desagradaban y se mantenía alejado de ellas, podría ser una ventaja para sobrevivir”.
Una fobia poco discutida en público
Nadie sabe cuántas personas viven con triopofobia pero con base en la extrapolación de recientes estudios, An Lee, una estudiante de doctorado que participó en ambos estudios, cree que las cifras pueden ser muy altas.
“Diría que cerca del 5% de la población ha mostrado alguna clase de reacción a esas imágenes”, dice ella, “desde reacciones muy severas hasta disgusto leve. Es similar a otras condiciones y fobias y trastornos de ansiedad donde se observa un amplio rango dentro de la población”.
Y según Cole y Wilkins, el nivel de disgusto de la tripofobia aumenta si los agujeros están en la piel humana. Eso podría explicar las intensas reacciones que muchos tienen con la publicidad de American Horror Story, que tiende a enfocarse en caras con hoyos editados en la piel.
También hay una serie de sitios de internet que “disparan” la tripofobia en la que los usuarios publican imágenes de hoyos, burbujas y grupos de agujeros, muchos de ellos añadidos a partes del cuerpo. Lo que hace difícil para alguien que sufre de este trastorno investigar sobre la tripofobia en internet sin ser víctima de un ataque.
“Al menos ‘American Horror Story’ está haciendo hablar sobre la tripofobia y haciéndole saber a otras personas lo que es. Tal vez esto les haga entender mejor a las personas qué es vivir con esta fobia”.