(CNN) – La guerra de palabras entre Corea del Norte y Estados Unidos podría estar empujando a la región al borde de un conflicto accidental.
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Mientras que ninguno de los dos países está avanzando hacia una guerra de hecho, las manifestaciones militares de poder, mezcladas con amenazas y contramenazas pueden resultar en algo feo, dice Roger Baker, vicepresidente de Análisis Estratégico Stratfor.
“Los norcoreanos suponen que las amenazas serán suficientes para frenar la acción estadounidense, pero Estados Unidos podría estar pensando lo mismo, por lo que terminan en una situación en la que una provocación de un lado es vista por el otro como un movimiento real hacia la guerra”, le dijo a CNN
El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, afirmó el lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había “declarado una guerra” a su país tuiteando que Corea del Norte “no estará por mucho tiempo”. La interpretación de Ri del tuit de Trump fue rechazada rotundamente por la Casa Blanca ese mismo día.
El Gobierno surcoreano ha pedido desesperadamente la calma de ambos lados, ya que los ciudadanos del país estarían entre los primeros en sufrir en cualquier guerra.
El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, dijo este lunes en Washington que Estados Unidos tiene que ayudar a reducir las tensiones en la península.
“Es muy probable que Corea del Norte lleve a cabo otras provocaciones”, dijo. “Es imprescindible que nosotros y Estados Unidos juntos, gestionemos la situación … para evitar una mayor escalada de las tensiones o cualquier tipo de choques militares accidentales que puedan salir rápidamente de control”.
Estados Unidos: informes de guerra son ‘absurdos’
El ministro de Relaciones Exteriores, Ri, dijo a periodistas este lunes que Corea del Norte derribaría a los bombarderos estadounidenses que volaran cerca de la península coreana, aunque no entraran en el espacio aéreo de Corea del Norte.
“A la luz de la declaración de guerra de Trump, todas las opciones estarán en la mesa de operaciones del liderazgo Supremo de la RPDC”, dijo Ri, según su traductor oficial en inglés.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, respondió rápidamente diciendo que Estados Unidos no había declarado la guerra y que cualquier sugerencia en ese sentido era “absurda”.
Euan Graham, director del Programa de Seguridad Internacional en el Instituto Lowy de Sydney, dijo que mientras la amenaza física de la guerra no había aumentado, cada amenaza incumplida de Estados Unidos daña su posición internacional.
“Cuando las amenazas se hacen y no se siguen, la credibilidad de EE.UU. sufre a los ojos de Corea del Norte y sus aliados”, dijo Graham.
“Es muy poco probable que Estados Unidos emprenda una guerra preventiva contra Corea del Norte, por lo que es más el riesgo de tropezar con esto porque los norcoreanos deciden que tienen que escalar o creen que algo que Estados Unidos está haciendo sería un ataque preventivo o un ataque de decapitación” (contra el liderazgo).
Pyongyang mueve aviones, refuerza defensas
Durante el fin de semana, Corea del Norte trasladó aviones y aumentó las defensas en su costa este, dijo a CNN este martes un asesor del miembro parlamentario surcoreano, Lee Cheol-woo.
El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur compartió la información en un informe al Comité de Inteligencia de la Asamblea Nacional. Lee es el presidente del Comité y estuvo en la reunión, de acuerdo con uno de sus ayudantes.
Corea del Norte se movió para asegurar su defensa tras un sobrevuelo de bombarderos estadounidenses este sábado.
Según el Pentágono, los bombarderos estadounidenses B-1B de Guam volaron en el espacio aéreo internacional sobre las aguas al este de Corea del Norte, lo que subrayó la gravedad del “comportamiento imprudente” de Pyongyang.
Era lo más al norte de la Zona Desmilitarizada (DMZ), el área de tierra entre Corea del Norte y Corea del Sur, que combatientes o bombarderos estadounidenses habían volado en el siglo XXI, dijo el Pentágono.
Baker, de Stratfor, dijo que le preocupaba que cualquier movimiento de Corea del Norte para someter a los aviones estadounidenses o para participar en demostraciones de poder militar podría llevar a un conflicto accidental.
“No ha habido muchos incidentes en los que se hayan asumido este tipo de comportamiento, por lo que no saben cómo lidiar unos con otros en esta situación, no saben leer la manera en que cada lado está actuando, por lo que puede obtener accidentes y los norcoreanos, una vez más, pueden sobrestimar lo que tienen”, dijo.
Pero Baker agregó que era importante señalar que ninguno de los dos lados había movilizado tropas o evacuado civiles, lo que precipitaría una guerra total.
“No vemos que Estados Unidos tome medidas para reducir rápidamente el número de civiles y personal no militar en Corea del Sur … al mismo tiempo, la retórica está haciendo que aumente el potencial de un accidente”.