(CNN) – En plena cirugía para retirar lo que pensaban era un carcinoma broncogénico, un grupo de médicos se encontró con una situación sorprendente: en vez de un tumor, hallaron un cono de tráfico de juguete, que el paciente se había tragado en 1974, cuando era niño.
La pieza, fabricada por la marca Playmobil, estuvo 40 años en el pulmón derecho de este hombre sin ser detectado. Y fue hallado hace tres años por el doctor Mohammed Munavvar en el Hospital Royal Preston de Gran Bretaña, según un informe de la revista British Medical Journal publicado este sábado.
El paciente, de 50 años en este momento, indicó que durante toda su infancia jugó frecuentemente con juguetes de Playmobil. Y los tragó. Cuando cumplió 7 años, en 1974, recibió de regalo una colección de Playmobil. De hecho, recordó haberse tragado el cono de juguete poco después.
A los 46 años, el hombre empezó a sufrir una tos crónica y preocupado por este síntoma, decidió consultar un médico. Durante los primeros meses de tratamiento, le diagnosticaron neumonía, engrosamiento y rigidez en el pulmón derecho, y bronquiectasia (o daño de los conductos respiratorios). Todo esto, en palabras sencillas, significa que sus pulmones estaban recibiendo menos aire.
Cuando el paciente finalmente llegó a la clínica de Munavvar, un año después, le realizaron múltiples exámenes, incluyendo una tomografía computarizada (mejor conocida como TAC). Además, le hicieron una broncoscopia con luz blanca, procedimiento que implica la inserción de un dispositivo en las vías respiratorias para poder visualizar los pulmones.
Durante esta prueba, el médico notó una sombra intensa y un bulto espeso en la parte inferior derecha del pulmón. Por esos síntomas, junto a la propagación de una infección bacteriana en las bolsas de ese mismo pulmón, el equipo médico concluyó que el hombre tenía un tumor que era necesario extirpar pronto.
“Actuamos muy rápido porque una infección bacteriana puede extenderse a otras partes del cuerpo, por fuera de los pulmones”, explicó Munavvar.
Entonces, el paciente se sometió a la cirugía. Pero, sólo después de que la masa fue extirpada se supo que en realidad se trataba de un cono de juguete marca Playmobil, que “había sido absorbido por el revestimiento de la mucosa bronquial (conducto de aire) desarrollado a su alrededor”, explicó el reporte del caso.
Es decir que una de sus vías respiratorias “fue capaz de remodelarse y adaptarse a la presencia de este cuerpo extraño” y probablemente fue por eso que el hombre no presentó síntomas sino hasta los 40 años, añadió el informe.
Otra de las razones para que el juguete haya pasado tanto tiempo desapercibido puede deberse a que está hecho de plástico inofensivo, señaló Munavva. Aunque destacó que las consecuencias habrían sido muy graves en caso de que los médicos nunca lo hubieran encontrado. Si la vía respiratoria permanecía bloqueada, aumentaba el riesgo de peores infecciones, de neumonía y de cicatrización de los pulmones (conocida como fibrosis). Todo eso, en últimas, podría contribuir a una insuficiencia respiratoria.
El paciente también tenía un largo historial como fumador, pero los médicos no consideraron que esta situación fuera una causa de los síntomas infecciosos, aseguró Munavvar.
Cuatro meses después de que le retiraran el juguete, su tos prácticamente había desaparecido y los rayos X sólo arrojaron una leve infección pulmonar y algo de irritación, consignó el informe.
Cuando un juguete llega a las vías respiratorias de una persona, la condición (conocida como aspiración traquebronquial de cuerpos extraños) suele diagnosticarse después de una semana o un tiempo cercano. Pero entre el 1% y el 5% de los niños que la padecen no reciben este dictamen médico por varias razones, como diagnósticos erróneos.
Y el reporte añadió que en los adultos, la detección puede tardar mucho más tiempo. Sin embargo, sólo hay tres casos en los que pasaron 20 años antes de que la condición fuera dictaminada.
¿Cuándo buscar ayuda?
Si un niño o un adulto ingiere un objeto extraño, como nueces, ganchos de pelo, tornillos, alambres dentales o juguetes, lo más probable es que lo excrete naturalmente.
Ahora, que los elementos externos lleguen a las vías respiratorias “es muy extraño”, señaló Munavvar.
También es posible que los individuos, generalmente niños pequeños, se ahoguen con muchos objetos extraños, haciendo que éstos lleguen la cavidad pulmonar.
“Si el niño se ahoga con un objeto y desarrolla una tos crónica, es ahí cuando debes preocuparte”.
Es posible que los niños no sean capaces de describir con precisión qué pasó antes de la tos, así como tampoco los síntomas que han desarrollado. Así que es más seguro que los padres busquen atención médica inmediata, añadió Munavvar.
Las condiciones comunes que pueden confundirse con la aspiración traqueobronquila son irritación en la vía respiratoria, asma, neumonía y exceso de producción de mucosa. En los adultos, el síndrome se asemeja a los carcinomas broncogénicos y, aunque sea difícil de diagnosticar, Munavvar señaló que la tos crónica es un fuerte indicador de una posible irregularidad en los pulmones.