(Expansión) - México es el segundo proveedor de vehículos de Estados Unidos. ¿Podrá manterse así sin el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) con ese país?
Si Estados Unidos decide salirse del TLCAN, los vehículos fabricados en México pagarán un arancel de 2% o 3% para entrar al mercado estadounidense, según Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). “Esto es manejable”, aseguró.
La preferencia arancelaria para exportar a Estados Unidos ha sido un beneficio importante para las armadoras, pero no es lo único que las ha motivado a instalarse en México. La mano de obra, por ejemplo, es hasta 12 veces más barata en México que en Estados Unidos. También la vecindad con Estados Unidos les permite a las automotrices tener un costo logístico competitivo y menores tiempos de entrega. Los vehículos que vienen de China pasan 41 días en el mar.
La suma de estos beneficios hace que producir un auto en México sea hasta 40% más barato que hacerlo en el sur de Estados Unidos, según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico de Nuevo León, donde la surcoreana KIA opera una planta.
Además, llevarse la producción de los vehículos a otros países no es tan fácil, pues la inversión promedio para una planta es de 1.000 millones de dólares y su construcción toma de uno a dos años, o hasta cuatro años para una planta de vehículos premium.
Por ello, directivos de Audi y BMW han declarado su interés de permanecer en México con o sin TLCAN.
Scott Keogh, presidente de Audi Norteamérica, dijo que la planta que la firma inauguró en Puebla en septiembre es global. “No podríamos cerrarla. Desde ahí abastecemos a Norte y Sudamérica, Europa y África”, dijo a principios de año, durante el Autoshow de Detroit.
Autos más caros
Si el gobierno estadounidense decide salirse del tratado, las armadoras tendrán que hacer una reevaluación de sus costos. En algunos casos, los nuevos aranceles que tendrán que pagar no les harán perder competitividad en México, pero en otros puede suceder que sí les convenga más trasladar la producción a Estados Unidos u otro país, coinciden varios especialistas.
Este, por ejemplo, puede ser el caso de las pickups, que pagarían 25% de arancel para entrar al mercado estadounidense si Estados Unidos sale del tratado, dijo Solís.
Pase lo que pase, quien al final pagaría un posible arancel será el comprador.
“En el caso del TLCAN, si surgiera algo negativo, como un impuesto, al final se va a tener que trasladar al consumidor final. No va a haber mucho más que hacer. Un impuesto es un impuesto, y al final del día se vuelve parte del costo del coche”, dijo Claudia Márquez, directora senior de operaciones de ventas de Infiniti para Norteamérica, la marca de Nissan que construye una planta en Aguascalientes, en conjunto con Mercedes Benz.
Por el momento, Estados Unidos se mantiene como el principal destino de las exportaciones mexicanas de vehículos. El año pasado, México produjo 3.4 millones de autos y exportó el 80% del total, casi todo al mercado estadounidense.