NUEVA YORK (CNNMoney) – Hace un año, el futuro de Jeff Bezos parecía incierto. Como candidato, Donald Trump atacó continuamente al CEO de Amazon y amenazó con crear “tales problemas” para su compañía si era elegido mandatario de Estados Unidos. Y luego se convirtió en presidente.
Ahora, Bezos está parado en la cima del mundo. Literalmente. El pasado jueves tuiteó un video dramático de él con un casco rompiendo una botella de champagne (precio desconocido) encima de un molino de viento a cientos de pies de la tierra.
El video de “bautizo” tenía la intención de presumir la más reciente granja eólica de Amazon, pero también es el más reciente ejemplo de uno de los multimillonarios más influyentes del mundo apareciendo para hacer alarde de su impacto y éxito este año.
En marzo, el empresario compartió una foto de él probando un gigante traje robótico en una conferencia, provocando más de un par de titulares distópicos (se refiere a una sociedad ficticia indeseable en sí misma) . En agosto, tuiteó una foto de su reunión con el secretario de Defensa, James Mattis, tal como si fuera un presidente en espera.
Y luego está su fotografía caminando a través de la conferencia élite Sun Valley Conference este verano, con enormes lentes de sol y bíceps aún más grandes debajo de una playera polo y un chaleco desabotonado.
La imagen fue la inspiración para un meme sobre Bezos como héroe de acción y otro sobre cómo había evolucionado Bezos desde su, digamos, inicio libresco (en los noventa fundó una librería en línea).
La evolución de Bezos ha tardado dos décadas, pero su estado como Rey Midas moderno se hizo inequívoco este año.
Bezos destronó brevemente a Bill Gates en julio como el hombre más rico del mundo y permanece en una corta distancia con un valor neto de casi 85.000 millones de dólares. El Washington Post, adquirido por Bezos por 250 millones de dólares en 2013, ahora es rentable y cuenta con 1.000 millones de visitas al mes. Tan solo esta semana, su empresa de cohetes Blue Origin anunció un motor de cohetes innovador.
A pesar de los ataques ocasionales en Twitter del presidente Trump, Amazon solo se ha vuelto más gigante este año. La Comisión Federal de Comercio de Trump aprobó pronto la adquisición de 13.700 millones de dólares de Whole Foods, preparando el camino para que haga tambalear a una industria más.
Un análisis encontró que Amazon fue mencionado en más de 100 informes de utilidades en los trimestres anteriores, a la vez que los empresarios e inversionistas sopesan el “efecto Amazon” sobre una amplia gama de industrias.
¿Qué tan poderoso es el efecto Amazon? Tan solo tomó un indicio de su interés en los servicios de entrega de comida para destruir las acciones de Blue Apron.
Mientras los altos ejecutivos de Facebook, Google y Twitter luchan por el incremento del escrutinio por su impacto potencial sobre las elecciones de 2016, los funcionarios de todo Norteamérica lanzan ofertas de recortes tributarios a Bezos. Todo es una parte de sorteos multimillonarios en los que el empresario es el juez y el precio son las siguientes oficinas de Amazon.
En septiembre, la firma anunció que planeaba invertir más de 5,000 millones de dólares en la apertura de Amazon HQ2, una segunda sede en América del Norte, que crearía más de 50,000 empleos fijos y otras decenas de miles de puestos de trabajo temporales.
Pronto Bezos podría compartir una foto de él junto a un radiante alcalde o gobernador con una zona de construcción en el fondo.
Hasta entonces, podrías encontrarlo sobre un molino de viento o alojado sobre un robot gigante, o sentado como rey en una silla plegable en la cima de un edificio con un anuncio en mayúsculas que dice: “FABRICA DE COHETES PRÓXIMAMENTE”.