(CNN) – Decenas de miles de residentes de Puerto Rico han llegado a la Florida tras el huracán María, dejando atrás una isla que todavía padece los cortes de energía un mes después de la tormenta.
Cerca del 70% de la isla, hogar de aproximadamente 3,4 millones de ciudadanos estadounidenses, sigue sin energía eléctrica. Muchos ni siquiera tienen agua potable.
“Desde el 3 de octubre de 2017, más de 73.000 personas llegaron a Florida provenientes de Puerto Rico a través del Aeropuerto Internacional de Miami, el Aeropuerto Internacional de Orlando y el Puerto de Everglades”, dijo la oficina del gobernador Rick Scott en un comunicado.
Estados Unidos aprobó que Florida acoja a los residentes con la ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA) el pasado 5 de octubre, señala el comunicado.
“Este acuerdo aprueba el reembolso del 100% de los costos en los que haya incurrido el estado de Florida relacionados con el alojo de los desplazados por el huracán María”, agregó.
El estado ha abierto tres centros de alivio de desastres en los principales aeropuertos en Orlando, Miami y el Puerto de Miami, para familuias desplazadas que vengan de Puerto Rico.
Trabajadores de diferentes organismos, incluyendo FEMA y la Cruz Roja estadounidense, están en Florida para ayudar a los residentes que llegan, dijo el gobernador.
Los que llegan dejan atrás una isla que está casi en total oscuridad.
Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses sufren el apagón más grande de la historia de Estados Unidos, según un reporte de una compañía de investigación económica.
En total, el huracán María ha causado pérdidas por 1.250 millones de horas de suministro de electricidad, según un análisis de Rhodium Group. Esto lo convierte en el apagón más grande en la historia de Estados Unidos, muy por delante del huracán Georges en 1998 y la súper tormenta Sandy en 2012, de acuerdo con el grupo.
Esos 1.200 millones de horas seguirán creciendo.
Más de un mes después de María, una gran mayoría de residentes no tienen electricidad y pasarán meses antes de que se resuelva la situación.
Hasta el jueves, solo el 26% de propietarios tenía el servicio de energía restablecido, según la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico.
La empresa de servicios públicos estatal se declaró en bancarrota en julio, tiene una deuda de 9.000 millones de dólares y lucha por recuperarse de los apagones.
No es coincidencia que varios de los 10 apagones principales en la historia de los Estados Unidos involucren a Puerto Rico, incluyendo a María e Irma este año y el huracán Georges en 1998.
Whitefish Energy, una empresa de servicios públicos de dos años de antigüedad vinculada al gobierno Trump, recibió un contrato por 300 millones de dólares para ayudar a reparar la red de energía del país.
El multimillonario contrato a una pequeña empresa ha generado preguntas y críticas en la isla.