(CNN) – El presidente Donald Trump emitió una dura advertencia a Corea del Norte durante un discurso el miércoles ante la Asamblea Nacional de Corea del Sur.
“Hoy, espero no hablar solo de nuestros países, sino de todas las naciones civilizadas, cuando digo al Norte: no nos subestimen. Y NO NOS PONGAN A PRUEBA”, dirá Trump, según extractos del discurso publicado por la casa Blanca.
Las letras mayúsculas en “no nos pongan a prueba” se incluyeron en los extractos escritos publicados por la Casa Blanca.
“No permitiremos que las ciudades estadounidenses se vean amenazadas por la destrucción”, dijo Trump en su pronunciamiento, el discurso central de política exterior de su gira de 13 días por Asia. “No nos intimidaremos. Y no permitiremos que las peores atrocidades en la historia se repitan aquí, en este terreno luchamos y morimos para mantener a salvo”.
Trump llamó al gobierno comunista en Pyongyang una “un régimen hostil” que amenaza con una “desviación nuclear”.
“Todas las naciones responsables deben unir fuerzas para aislar al régimen brutal de Corea del Norte, negarle cualquier forma de apoyo, suministro o aceptación”, dirá.
Contraste
Trump presentó un marcado contraste el miércoles entre Corea del Sur y Corea del Norte, argumentando que el crecimiento económico de Corea del Sur es una prueba de que el experimento norcoreano ha fallado.
“Cuando comenzó la guerra de Corea en 1950, las dos Coreas eran aproximadamente iguales en PIB per cápita, pero en la década de 1990 la riqueza de Corea del Sur había superado a Corea del Norte en más de 10 veces. Y hoy la economía del sur es 40 veces más grande”, dijo Trump. dijo. “Está haciendo algo bien”.
“Corea del Norte es un país gobernado por un culto. En el centro de este culto militar hay una creencia trastornada en el destino del gobernante para gobernar como un padre protector sobre una Península Coreana conquistada”, dijo Trump. “Cuanto más exitosa sea Corea del Sur, más exitosamente se puede desacreditar la oscura fantasía en el corazón del régimen coreano”.
Trump también estableció un contraste entre las atroces condiciones de los derechos humanos en Corea del Norte y las libertades que disfrutan los ciudadanos de Corea del Sur.