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Te explicamos la lucha de poderes en Zimbabwe
01:43 - Fuente: CNN

(CNN) – El líder de Zimbabwe de 93 años, su esposa de 52 años, y su veterano vicepresidente —que fue despedido después de años de leal servicio— son algunas de las figuras clave en una crisis política en desarrollo en el que solía ser uno de los países más ricos de África.

La repentina aparición del Ejército en las calles de Harare, la capital de Zimbabwe, en la noche de este martes, en un aparente golpe de Estado, llega una semana después de que Robert Mugabe despidiera a su hombre de confianza y mano derecha, Emmerson Mnangagwa.

Aunque el presidente más viejo del mundo ha mantenido un control férreo en el país desde que lo llevó a la independencia en 1980, muchos observadores de Zimbabwe ven a Mugabe en quizá uno de sus momentos más vulnerables en décadas.

Aquí un vistazo a los personajes más importantes de la política del país africano.

Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe

Presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe.

Mugabe ha controlado el país desde hace casi cuatro décadas: primero como primer ministro y luego como presidente.

Durante la década de 1980 y parte de la de 1990, era admirado tanto en su país como en el extranjero, pero gradualmente se volvió más autoritario y para 1993 instituyó la ley de Adquisición de Tierras con lo que el Gobierno obligó a los terratenientes blancos a renunciar a sus tierras para redistribuirlas a zimbabwenses negros.

Desde entonces ha presidido una inflación masiva y escasez de alimentos provocada por sus desastrosos programas de reasignación de tierras.

Mientras las condiciones en Zimbabwe se empeoraban y las acusaciones de abusos de derechos humanos escalaban, las instituciones en todo el mundo, incluyendo la corona británica, le quitaron los honores que anteriormente le habían dado.

En julio de este año, Mugabe le solicitó a su partido gobernante ZANU-PF que se asegurara de que su legado permaneciera “mucho después” de que él se “haya ido”.

Emmerson Mnangagwa, expresidente 

Expresidente Emmerson Mnangagwa.

Mnangagwa, también conocido por muchos como “Ngwenya” o ‘Cocodrilo’ por sus instintos de supervivencia bien afinados, estuvo con Mugabe desde el principio. Ha sido la mano derecha de Mugabe durante casi cuatro décadas, primero como su asistente durante la lucha por la liberación, después como su jefe de inteligencia, más adelante como ministro y encargado de hacer cumplir todo.

Anteriormente se había considerado que Mnangagwa tenía altas probabilidades de suceder al presidente Mugabe si este renunciaba o moría durante su presidencia.

Mnangagwa tiene un fuerte apoyo del poder militar de su país y entre los veteranos de guerra que participaron en la lucha de la liberación, y ha sido un estratega clave en las pasadas elecciones de Mugabe, según David Coltart, exministro y líder de la oposición.

Pero a principios de este mes Mugabe acusó a Mnangagwa de “deslealtad, irrespeto, engaño y falta de fiabilidad”, en una movida para allanar el camino para que su esposa, Grace, se quedara en el poder.

Grace Mugabe, primera dama

Grace Mugabe, primera dama de la nación.

Nacida en Sudáfrica, la segunda esposa de Mugabe se ha ganado la reputación de ser una política sagaz, aunque a veces extravagante, por derecho propio.

Conocida por los zimbabwenses como ‘Gucci Grace’ por sus exorbitantes viajes de compras, la mujer ha sido una figura polarizante en el país atormentado por la pobreza. A pesar de ello, siempre ha tenido el apoyo de políticos jóvenes de la jerarquía política del país.

El repentino despido de Mnangagwa fue visto por muchos como una manera en la que el presidente designó a su esposa, Grace, en el cargo, promoviendo un descontento generalizado entre los partidarios que anteriormente eran leales a él.

“Sin Robert Mugabe, Grace Mugabe no sobrevive un solo día a la política. Pero mientras Mugabe esté allí, ella hará lo que quiera”, dijo Alex T. Magaisa, profesor de la Universidad de Kent y antiguo asesor del exprimer ministro Morgan Tsvangirai.

Sus hijos más jóvenes hacen parte regularmente de la escena de fiestas de alto vuelo en la capital económica de Sudáfrica, ganándose titulares en la prensa por sus travesuras en redes sociales.

Y el prospecto de ser liderados por la actual primera dama es algo aberrante para muchos zimbabwenses de la vieja guardia, quienes atan los vínculos de la lucha armada con la credibilidad política.

Sydney Sekeramayi, ministro de Defensa

Sydney Sekeramayi, ministro de Defensa de Zimbabwe.

Se cree que el ministro de Defensa, Sydney Sekeramayi, “será un contenedor para la vicepresidencia y es considerado como un candidato escondido en el drama de sucesión”, según Tinashe Jakwa, analista de Sudáfrica en la Asociación de Estudios Africanos de Australasia y el Pacífico (AFSAAP).

“Su llegada al cargo de vicepresidente podría ser un movimiento estratégico para frenar las percepciones de la dinastía Mugabe”.

General Constantino Chiwenga

General Constantino Chiwenga

Chuwenga, comandante del ejército del país, denunció el despido del vicepresidente y otros “miembros asociados con la historia de nuestra liberación”.

Este martes sostuvo una conferencia de prensa en la que amenazó con intervenir si sus aliados políticos continuaban siendo marginados, advirtiendo que si la purga a altos funcionarios del ZANU-PF no paraba, “los militares no dudará en intervenir”.

En respuesta a la conferencia, el ZANU-PF acusó a Chiwenga de tener “una conducta traidora”.

Mayor general S.B. Moyo

El jefe del Estado Mayor del Ejército se convirtió en la cara de la agitación política el martes por la noche cuando apareció en la televisión estatal de Zimbabwe para asegurarle a los ciudadanos que su país o estaba en la agonía de un golpe de Estado.

“Tanto para nuestra gente como para el mundo más allá de nuestras fronteras, deseamos dejar abundantemente claro que esto no es una toma militar del gobierno”, dijo él.

“Lo que están haciendo las fuerzas de defensa de Zimbabwe es pacificar una situación política, social y económica degenerativa en nuestro país, la cual, si no se enfrenta puede resultar en un conflicto violento”, agregó.

En la transmisión, Moyo habló de apuntar a los “criminales” que estaban alrededor del presidente.

Morgan Tsvangirai

El exprimer ministro y sindicalista Morgan Tsvangirai entró al Gobierno como parte de un acuerdo de poder compartido entre 2009 y 2013, en el que él sirvió como presidente del consejo de ministros y también como primer ministro.

Sin embargo, a finales de la década de 1990, fue un mordaz opositor de Mugabe y de su partido ZANU-PF, y organizó huelgas generales protestando por el manejo que le daba el gobierno al país.

Su partido Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) fue lanzado dos años después. Hizo campaña bajo circunstancias difíciles, a menudo violentas, fue encarcelado por traición varias veces y severamente golpeado por los seguidores de Mugabe en varias ocasiones. Reclamó una victoria en la elección de 2008, pero se retiró, alegando que esta se había visto “empañada por la intimidación generalizada, la tortura, la mutilación y el asesinato de sus seguidores”.

Sin embargo, después de negociaciones exitosas, Mugabe y Tsvangirai firmaron el Acuerdo Político Global, en el que decía que Tsvangirai se convertirá en primer ministro y Mugabe seguiría siendo presidente, comandante en jefe y presidente del gabinete. Dejó el acuerdo de poder compartido en 2013, alegando una vez más fraude generalizado en las elecciones de ese año.

– David McKenzie de CNN contribuyó con este reporte.