(CNN) – Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se someterá a un examen físico el próximo año y permitirá que los médicos revelen detalles de su evaluación, siguiendo con una tradición de sus antecesores.
Trump será examinado por un médico en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en “la primera parte del otro año”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders este jueves.
“Esos documentos serán dados a conocer cuando estén listos”, agregó.
El anuncio de Sanders llega un día después de que surgieran algunos cuestionamientos sobre la salud del presidente Trump, luego de que pareciera tener la boca seca y mascullar palabras hacia el final de una declaración sobre Palestina e Israel este miércoles. Es la segunda vez en un mes que Donald Trump parecía tener la boca seca en público. La primera ocasión ocurrió en noviembre, cuando buscó una botella de agua en medio de un discurso.
“El presidente tenía la garganta seca, nada más que eso”, dijo Sanders y calificó de “ridículas” las preguntas sobre el incidente.
En el pasado, otros presidentes se han sometido tradicionalmente a exámenes anuales con un médico militar e hicieron públicos los resultados.
El primer examen del presidente Barack Obama fue publicado el 28 de febrero de 2010. El presidente George W. Bush dio a conocer su primer informe médico el 4 de agosto de 2001.
Con la revelación de esos archivos será la primera vez que los estadounidenses accedan a una revisión legítima de la salud del presidente número 45 de Estados Unidos, quien con 71 años es el presidente de mayor edad a estas alturas de su mandato.
El año pasado, Trump dio a conocer un certificado de buena salud de quien desde hace mucho tiempo ha sido su médico personal. Muchos criticaron el documento por su falta de detalles y por ofrecer un retrato exagerado de la salud de Trump.
“Si es elegido, Trump, puedo decirlo inequívocamente, será el individuo más saludable en haber sido elegido en la presidencia”, aseguró el doctor Harold Bernstein, quien por 25 años ha sido el médico de Trump, en un comunicado firmado en diciembre de 2015.
En ese entonces, Bernstein declaró que Trump “no tenía problemas médicos significativos” y dijo que la presión sanguínea de Trump los resultados de laboratorio eran “asombrosamente excelentes”.
La salud de Trump también ha estado bajo discusión en los últimos días por un libro que escribió Corey Lewandowski, en el que su exdirector de campaña asegura que la dieta de Trump consistía en comida rápida.
Según Lewandowski, Trump usualmente ordena “dos BigMacs, dos Filet-O-Fish y una malteada de chocolate” en Macdonald’s.