(CNN) – Amazon y Google están librando una batalla cada vez más dura que podría arrastrar a sus clientes y sus futuros planes comerciales con ellas.
Una breve historia: durante años, Amazon se ha negado a permitir que los usuarios de Google Chromecast accedan al servicio Prime Video de Amazon. Los clientes de Amazon no pueden comprar dispositivos de transmisión de Chromecast o gadgets de Google Home en su mercado en línea.
¿Por qué? Porque los dispositivos de Google compiten con FireTV y Echo, ambos productos de Amazon.
Google, a su vez, retiró programación de YouTube del Echo Show de Amazon en septiembre. Amazon respondió eliminando los últimos gadgets de Google Nest, como termostatos inteligentes, de su sitio el mes pasado.
Así que, Google anunció la semana pasada que quitará YouTube de las FireTV de Amazon.
Una portavoz de Google citó una “falta de reciprocidad” para justificar el retiro de YouTube, pero la compañía tenía la esperanza de que finalmente podría llegar a un acuerdo con Amazon.
Los engranes parecen estar en movimiento: una portavoz de Amazon dijo el jueves que comenzaría a vender Chromecast. En respuesta, Google dijo que sus conversaciones con Amazon han sido “productivas”.
Amazon y Apple estuvieron involucradas en una disputa similar, pero las compañías la solucionaron a principios de este mes.
Mientras tanto, los clientes de Amazon y Google están atrapados en medio.
Estas disputas son un problema creciente en las empresas estadounidenses: las grandes firmas se están haciendo más grandes a medida que los reguladores antimonopolio han permitido innumerables megafusiones durante décadas. La tecnología disruptiva está alterando rápidamente las industrias, particularmente los medios y la tecnología. Y las empresas luchan por su sobrevivencia mientras navegan a través del nuevo paisaje.
El gobierno también tendrá que aceptar estos problemas. No está claro qué podría hacer el gobierno para que Amazon y Google se reconcilien.
Los reguladores antimonopolio tendrían que demostrar que una empresa es un monopolio que abusa de su poder para excluir a la otra, según Michael Carrier, profesor de la Facultad de Derecho de la Rutgers University.
Eso sería difícil de probar. Amazon controla el 14% del mercado de dispositivos de streaming, por encima del 8% de Google, según comScore. Entonces ninguno de los dos está cerca de un monopolio.
Incluso Google, cuyo servicio de YouTube es ciertamente la fuerza dominante en el mercado del video streaming, probablemente no enfrentaría un desafío gubernamental. Los reguladores suelen permitir a las empresas rechazar acuerdos con sus rivales, explica Carrier.
Notablemente, una excepción a esa regla podría ser cuando un monopolista hace negocios con un rival pero luego se detiene, como lo hizo Google con Amazon cuando sacó a YouTube de los FireTV. Pero los tribunales han sido escépticos recientemente acerca de esos argumentos.
“El antimonopolio suele ser el tipo grande contra el tipo pequeño; esto es nuevo, son dos gigantes involucrados”, dijo Tim Wu, profesor de Derecho Antimonopolio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia. “No es algo que esté dentro del ámbito de un regulador tradicional”.
El hecho de que Amazon y Google puedan salirse con la suya con este tipo de comportamiento no significa necesariamente que sea un camino inteligente. La disputa de Google y Amazon podría tener implicaciones antimonopolio en el futuro.
Ambas compañías compran constantemente negocios más pequeños, y esos acuerdos podrían recibir un mayor escrutinio gubernamental si es que así es como planean usar su poder.
“¿Este tipo de conducta comienza a ser interesante para los agentes antimonopolio cuando revisan las adquisiciones? Sí”, dijo Wu. “Su capacidad para fusionarse podría verse comprometida en el futuro”.