(CNN) – Fatigados equipos de emergencia y aturdidos residentes en ciudades en todo el este de Estados Unidos se aventuraron a salir al frío y el viento el sábado para limpiar el gran desastre provocado por una poderosa “bomba ciclónica” que azotó la región, dejando una helada y a veces impenetrable tundra.
En una buena noticia para los estadounidenses, el sábado, la tormenta ya estaba en Canadá, dijo la meteoróloga de CNN Allison Chinchar. Pero vientos de entre 30 y 50 kilómetros por hora y temperaturas por debajo del promedio se mantenían, y se esperaba que este fin de semana causaran varios dolores de cabeza, como cortes de energía y cancelaciones de vuelos.
Para complicar más las cosas, se espera que entre el domingo y el lunes, una extendida tormenta de hielo cubra varias ciudades del este y el medio oeste del país, incluyendo Chicago, Cleveland, Nueva York y Atlanta, hasta que las temperaturas normales e incluso por encima de lo habitual prevalezcan a mediados de la próxima semana.
“Basta decir que será un fin de semana brutalmente frío”, dijo el Servicio Nacional del Clima. “Pero algo de alivio se asoma para principios de la próxima semana”.
La miseria se extiende del norte al sur del país.
La tormenta dejó más de 30 centímetros de nieve a lo largo de 10 estados, así como calles de Massachusetts inundadas de agua helada, y ahora está llevando vientos del noroeste extremadamente fuertes y aire frío del Ártico a Estados Unidos.
En la ciudad de Scituate, Massachusetts, la tormenta dañó autos y edificios, y dejó piedras y arena sobre los caminos inundados, reportó la afiliada de CNN, WBZ.
A lo largo de la región, emergieron historias de dramáticos rescates, y los residentes contemplaban las reparaciones que necesitan hacer.
“Tengo algo de trabajo que hacer en la primavera”, dijo Mark Bramblett, residente de Scituate quien debió evacuar su hogar.