(CNN) – Republicanos y demócratas se sentarán con el presidente de EE.UU. Donald Trump en una reunión bipartidista este martes para buscar un acuerdo para proteger a cientos de miles de inmigrantes de la deportación, pero una división partidista arraigada sobre la política de inmigración y el vencimiento del plazo presupuestario amenazan el progreso.
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Los republicanos y demócratas involucrados en las negociaciones sobre el acuerdo de gasto obligatorio de enero dicen que DACA, el programa de acción diferida para la llegada de niños, se ha convertido en la clave para desbloquear cualquier acuerdo de financiamiento y algunos están frustrados con la forma en la que se desarrollan las negociaciones. Los republicanos acusan a los demócratas de detener conversaciones sobre el gasto hasta que haya una resolución sobre DACA, que otorga a los inmigrantes indocumentados que llegaron al país como niños la oportunidad de quedarse, trabajar o estudiar en Estados Unidos sin temor a la deportación.
“Me parece que los Demócratas mantienen ese trato como rehén de una negociación de DACA y mañana nos reuniremos en la Casa Blanca en una base bipartidista con el presidente para ver cómo se vería eso”, dijo el senador republicano por Texas John Cornyn.
“Pero creo que eso hará que la fecha del 19 de enero sea bastante difícil de alcanzar”, añadió Cornyn.
“Es un desastre”, dijo una persona directamente involucrada en las negociaciones.
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Los demócratas argumentan que la Casa Blanca no se ha comprometido plenamente en la medida necesaria y dicen que una larga y amplia lista de deseos publicada la semana pasada irritó aún más a los demócratas que trabajan estrechamente en el compromiso de inmigración. Un asesor demócrata argumentó que la lista de la Casa Blanca estaba “fuera del ámbito de la realidad”.
“Sin muro”, dijo la senadora demócrata Kamala Harris de California. “Escuchen, creo en la seguridad fronteriza. Creo que es muy importante que tengamos una frontera segura, pero gastar miles de millones de dólares en este muro debido a una promesa política y una promesa de campaña es ridículo”.