(CNNMoney) – Los agentes de inmigración de Estados Unidos tienen la mira puesta en las tiendas 7-Eleven, como un objetivo en sus medidas de mano dura contra los empleadores que contratan a inmigrantes indocumentados.
Este miércoles, funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) llegaron a 98 tiendas de la franquicia 7-Eleven en todo el país, en donde empezaron auditorías y entrevistaron a empleados y gerentes, según la entidad.
Veintiún personas sospechosas de estar ilegalmente en Estados Unidos fueron detenidas.
“Las acciones de hoy envían un fuerte mensaje a las empresas estadounidenses que contratan y emplean una fuerza laboral ilegal: el ICE hará cumplir la ley y, si se descubre que están infringiendo la ley, se les hará responsable”, dijo Thomas Homan, director interino del ICE, en un pronunciamiento.
Se trata de la mayor operación en un lugar de trabajo contra un empleador durante el gobierno del presidente de Donald Trump, indicó el ICE.
En su primer año de mandato, Trump ha sido duro con la inmigración. Además, en octubre pasado Homan se comprometió a cuadriplicar las medidas severas en el lugar de trabajo.
Aún así, apenas este martes el presidente parecía estar dispuesto dispuesto a hablar de una reforma inmigratoria integral. También dijo que apoya una solución para el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protege de la deportación a los inmigrantes indocumentados que fueron llevados a Estados Unidos siendo niños.
El ICE señaló que los agentes establecieron como objetivo las tiendas 7-Eleven en la ciudad de Washington y en 17 estados: California, Colorado, Delaware, Florida, Illinois, Indiana, Maryland, Michigan, Missouri, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Oregon, Pennsylvania, Texas y Washington.
En un comunicado, 7-Eleven buscó distanciarse de las prácticas de contratación de los propietarios de las tiendas.
“Las franquicias de 7-Eleven son negocios con dueños independientes y son los únicos responsables por sus empleados, incluyendo el hecho de decidir a quién contratar y de verificar su elegibilidad para trabajar en Estados Unidos”, sostuvo la compañía. “Esto significa que todos los asociados de las tiendas en un almacén de franquicia son empleados del franquiciado y no de 7-Eleven Inc”, insistió.
La empresa añadió que “toma en serio el cumplimiento de las leyes de inmigración y ha rescindido los acuerdos de franquicia de los franquiciados condenados por violar estas leyes”.
El ICE describió su acción de este miércoles como un “seguimiento” a las acciones que tomó contra las franquicias 7-Eleven en 2013.
Nueve propietarios y gerentes de franquicias fueron arrestados por conspiración para cometer fraude electrónico, uso de identidades robadas y ocultar y albergar a empleados que estaban en el país ilegalmente, según el ICE. Todos menos uno, quien permanecía como fugitivo hasta noviembre de 2017, se declararon culpables y se vieron obligados a pagar más de 2,6 millones de dólares en salarios atrasados.
Las redadas de este miércoles buscaban garantizar que “la compañía haya dado los pasos adecuados hacia prácticas de contratación y empleo más responsables”, dijo el ICE.