(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gastó la mayor parte de su primer discurso formal sobre el Estado de la Unión con una larga lista de victorias políticas, defendiendo un nuevo y masivo proyecto de infraestructura y, en unos pocos comentarios bruscos, criticando a sus rivales liberales.
Su lista de demandas, punto por punto, para un acuerdo de inmigración —la primera vez que Trump las ha articulado, en su propia voz, para el público estadounidense— probablemente tendrá más resonancia en el futuro. Pero también hubo poder en lo que eligió no discutir durante el discurso de 80 minutos.
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Así, Trump tiene algo en común con sus predecesores. Evitó mencionar las promesas que no ha cumplido hasta ahora, evitó los problemas que podrían amenazar su gestión y esquivó cuestiones complicadas que, un año después de su presidencia, permanecen sin respuesta.
Aquí hay algunas ausencias notables:
Mueller y ‘el memo’
La investigación del fiscal especial Robert Mueller y las preocupaciones adyacentes como “el memo” estuvieron ausentes del discurso de Donald Trump.
Pero por lo menos durante una noche, Trump pudo evitar arañar la picazón que más lo atormenta.
China y Rusia
Ninguno de los dos amigos desapareció por completo del discurso. Simplemente compartieron una oración solitaria, agrupada con “regímenes deshonestos” y “grupos terroristas” que “desafían nuestros intereses, nuestra economía y nuestros valores”.
La injerencia rusa en las elecciones de 2016 y las sanciones que su gobierno no perseguirá fueron desaires inesperados (el costo, uno imagina, de dejar al exdirector del FBI James Comey y Mueller fuera de la mezcla), pero la ausencia de un ataque sostenido contra China mencionó la propiedad intelectual y las prácticas comerciales solo de pasada— fue una omisión algo sorprendente.
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Hillary
Hillary Clinton fue noticia apenas unos minutos antes de que Trump llegara al gran escenario, respondiendo —de nuevo, y esta vez de forma algo más sustanciosa— a un reporte en que se indicaba que ella decidió no despedir a un asesor acusado de acoso sexual durante su campaña presidencial de 2008.
Pero su actuación en 2016 y, más concretamente, la de Trump, no fue mencionada. Para un presidente que rara vez encuentra la ocasión de no discutir su triunfo de la noche de las elecciones, dejar que esa parte del pasado permanezca allí se sintió casi como un logro en sí mismo.
#MeToo
Esta fue una sorpresa menor. El movimiento a nivel nacional para erradicar la mala conducta sexual y el acoso desde el lugar de trabajo y otros lugares prominentes en la vida estadounidense no fue mencionado este martes.
Trump, por supuesto, ha sido acusado de mala conducta por parte de varias mujeres. Ahora está en el centro de una controversia sobre las denuncias de que su abogado pagó a una estrella porno para que guarde silencio sobre una relación extramatrimonial, dejándole aquí pocas oportunidades para asuntos políticos.
Aún así, al pasarlo completamente, cedió la narrativa a los demócratas, que pueden y probablemente harán que ignore un asunto tan vasto y sustancial en un escenario tan grande.
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Quién va a pagar por el muro
El muro tuvo un par de menciones, pero principalmente en el contexto de un posible acuerdo de inmigración con los demócratas. La promesa de la campaña de Trump, una de las más destacadas, de que México pague por su construcción no obtuvo una sola mención.
¿Qué pasa ahora con el servicio de salud?
Trump iluminó el lado republicano de la sala cuando celebró la desaparición del mandato individual de Obamacare. A partir de ahí, sin embargo, saltó directamente a los recortes de impuestos corporativos del Partido Republicano, lo que mantuvo al presidente de la Cámara Paul Ryan y compañía sonriendo. No obstante, quedó pendiente el futuro del sistema de salud.
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Cambio climático
Lo más cerca que estuvo Trump de abordar cualquier asunto relacionado con el medio ambiente fue durante su frase triunfal sobre el estado de la economía de la energía, cuando afirmó orgullosamente haber puesto fin a la guerra sobre “carbón limpio y hermoso”.
Aparte de eso, el discurso ni siquiera incluyó un comentario sarcástico sobre el calentamiento global y el clima frío. Y las únicas orillas mencionadas fueron las de Normandía, Francia. La costa del Golfo de Estados Unidos y otros posibles sitios de perforación, la fuente de un constante revuelo con gobernadores conscientes del entorno, fueron expulsados al mar.