(CNNMoney) – Es 2018 y la marihuana sigue siendo ilegal en Estados Unidos.
Pero la continua prohibición federal no ha impedido que la industria de la marihuana crezca como una planta y sea muy rentable.
A pesar de lo que podría ser considerado como un gobierno poco amigable en Washington, nueve estados y el Distrito de Columbia ahora permiten el uso de la marihuana con fines recreativos y 30 estados permiten su uso médico. Y más estados buscan unirse a la ola de legalización. La marihuana se ha convertido en un gran negocio en Estados Unidos.
La industria emergente obtuvo casi 9.000 millones de dólares en ventas en 2017, según Tom Adams, director de BDS Analytics, que hace seguimiento a la industria del cannabis. Las ventas son equivalentes a toda la industria de los negocios de snacks o a las ganancias anuales de pañales Pampers.
Esto era así antes de que California abriera su masivo mercado minorista en enero. La adición del Estado de Dorado es muy importante para la industria de la marihuana y Adams estima que las ventas a nivel nacional de esa sustancia aumentarán a 11.000 millones de dólares en 2018, y a 21.000 millones de dólares en 2021.
La industria también ha creado trabajos y oportunidades. Hay 9.397 licencias activas para los negocios de marihuana en Estados Unidos, según Ed Keating, jefe de información de Cannabiz Media, que hace seguimiento a las licencias de la marihuana. Esto incluye cultivadores, fabricantes, minoristas, dispensarios, distribuidores y laboratorios de pruebas.
Más de 100.000 personas trabajan alrededor de la planta de cannabis y ese número está en crecimiento, según BDS Analytics. La industria empleó a 121.000 personas en 2017. Y si sigue con su trayectoria de crecimiento, el número de trabajadores que podría alcanzar el campo para 2021 podría ser de 292.000, según BDS Analytics.
Los beneficios económicos han ayudado a los estados donde la marihuana ha sido legalizada a canalizar los ingresos tributarios de la venta del medicamento a campos como educación y la infraestructura.
BDS Analytics estima que la industria debía 1.000 millones de dólares en impuestos estatales en 2016 y debe otros 1.400 millones de dólares para 2017.
“Es algo grandioso porque ya se estaba gastando el dinero [cuando era ilegal]; ahora se está gravando”, dijo Tick Segerblom, senador estatal de Nevada, un estado que ha cosechado 25 millones de dólares en ingresos fiscales desde que comenzaron las ventas recreativas en julio. “Y los policías no tienen que perder el tiempo arrestando a los usuarios”.
La marihuana ya no es solo marihuana. Los productos que se ofrecen en los dispensarios legales van desde flores tradicionales hasta productos procesados como aceite, hash y colofonia, que pueden ser fumados o ‘vapeados’, y una amplia variedad de productos comestibles, como productos horneados, dulces y gomitas.
Sus raíces también se están expandiendo a la industria de la salud y el bienestar.
CBD o cannabidol, es un producto en forma de aceite o caramelo que se usa como tratamiento para la epilepsia o el dolor a pesar de que enfrenta una prohibición federal. La industria del CBD,
La industria de CBD, derivada tanto del cáñamo como de la marihuana, ascendió a 360 millones de dólares el año pasado, según Sean Murphy, editor del Hemp Business Journal. Él dijo que se espera que crezca a 1.100 millones de dólares en 2020 y a 1.800 millones de dólares en 2022.