(CNN Español) – El Ejército de Liberación Nacional anunció este miércoles un paro armado de 72 horas, entre el 10 al 13 de febrero, por “la continuidad del terrorismo de Estado” y el aumento de “la persecución a los dirigentes populares”, así como la suspensión de los diálogos de paz que adelanta el Gobierno Nacional con el ELN en Quito.
El anuncio del paro armado lo hizo el ‘Comandante Uriel’, que se identifica como voz editorial del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, en el departamento del Chocó, al noroccidente de Colombia.
El ELN hizo un llamado a los transportadores y pasajeros a no viajar durante el paro armado, para evitar “inconvenientes”.
El paro armado se llevará a cabo en carreteras, ríos, mar y aire, según el comunicado de ‘Uriel’. Pero la cuenta oficial de la Delegación de Diálogos del ELN no se ha pronunciado respecto al paro.
Según él, “todas las estructuras del ELN han sido orientadas para cumplir dicha orden”, que será cumplida “teniendo en cuenta los protocolos de seguridad y protección para la población”.
Este paro armado tiene como fin obstaculizar las vías, el transporte y las actividades comerciales, según le explicó a CNN en Español Carlos Velandia, exjefe del ELN y ahora gestor de paz.
“Ordenan en los pueblos no abrir el comercio. Las actividades normales de funcionamiento de escuelas, colegios, se altera”, dijo Velandia.
Según Velandia, lo que tradicionalmente ha ocurrido en los territorios donde el ELN ha tenido presencia histórica, es que hay una parálisis total de las actividades cotidianas de esas regiones por cuenta del grupo armado.
“Lo que yo conozco en el Catatumbo, en Arauca, el comercio sabe que cada vez que hay una orden de paro simplemente no abren los negocios, ni los almacenes. Y las empresas de transporte intermunicipal no envían los buses por evitar que sean interceptados en las carreteras [y que sean] incendiados”, agregó.
En el pasado, paros armados de las guerrillas han detenido todas las actividades económicas de determinadas zonas del país. En 2016, tres policías fueron asesinados por el ELN en medio de un paro armado en el departamento de Nariño (al sur occidente del país).
En septiembre de 2016, en medio de otro paro armado, el ELN incineró buses de transporte público en el departamento de Arauca, cerró las vías en varios departamentos de Arauca, y afectó el servicio de transporte y el comercio en varios departamentos del país, según reportó la prensa local.
CNN en Español se intentó comunicar con el ‘Comandante Uriel’ para obtener más información pero hasta el momento no ha obtenido una respuesta.
Ni el Gobierno de Colombia ni el equipo negociador de los diálogos con el ELN se han pronunciado hasta el momento.
El pasado 29 de enero el presidente de Colombia Juan Manuel Santos suspendió el inicio del quinto ciclo de negociación con el ELN “hasta no ver coherencia entre sus palabras y sus acciones”.
La decisión fue tomada tras varios hechos de violencia que terminaron con la vida de al menos 7 policías tras una serie de ataques a estaciones de policía en varios departamentos del país. El ELN se atribuyó la autoría de los atentando.
Desde que se levantó el cese del fuego entre el Gobierno de Colombia y el ELN, que iniciaron diálogos de paz el 7 de febrero de 2017 en Quito, Ecuador, la guerrilla ha cometido varios ataques.
El exjefe del Ejército de Liberación Nacional Carlos Velandia dijo en CNN en Español que suspender los diálogos con el ELN fue “la mejor de las alternativas” de Santos y agregó que dentro de la guerrilla “hay una puja política entre sectores radicales y los más moderados” y que la minoría radical “ha logrado más poder al interior del ELN”.