(CNN) – A medida que la epidemia de opioides se ha disparado en Estados Unidos, un aumento en el número de muertes por sobredosis de drogas ha contribuido a un aumento en los trasplantes de órganos, algo que ha sido posible gracias a los donantes muertos por sobredosis en todo el país.
Un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine el lunes revela hasta qué punto ha habido un aumento en el número de donantes entre los muertos por sobredosis, de ser solo el 1,1% de todos los donantes en 2000 al 13,4% en 2017.
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El estudio sugiere que un aumento en las donaciones de órganos por muertes por sobredosis podría ayudar a la escasez de órganos en Estados Unidos, pero también muestra que entre 2000 y 2017, muchos órganos de donantes de muerte por sobredosis no se usaron para salvar vidas cuando podrían haberlo hecho.
“La actual epidemia de muertes por sobredosis es una tragedia. También sería trágico continuar subutilizando los trasplantes de donantes que salvan vidas”, dijo la doctora Christine Durand, profesora asistente de medicina y oncología en la Universidad Johns Hopkins, quien dirigió el estudio.
“Tenemos la obligación de optimizar el uso de todos los órganos donados. Los donantes, las familias y los pacientes que esperan merecen nuestro mejor esfuerzo para utilizar todos los obsequios de la vida que podamos”, dijo.
Durand agregó que no existen regulaciones específicamente relacionadas con el trasplante de órganos de muertos por sobredosis que podrían limitar el uso de esos órganos, pero existen regulaciones relacionadas con los donantes con “mayor riesgo” de transmitir ciertos virus a través del trasplante.
“En nuestro estudio, el 56% de los donantes que habían muerto por sobredosis fue etiquetado como donante de mayor riesgo infeccioso. Estos donantes requieren pruebas especializadas para el VIH y la hepatitis, así como el consentimiento específico del receptor del trasplante. Hay un estigma relacionado con esta etiqueta de ‘aumento de riesgo infeccioso’”, dijo Durand.
Hasta el lunes por la tarde, alrededor de 114.746 personas en Estados Unidos necesitaban un trasplante de órganos para salvar su vida, pero entre enero y marzo, solo había 4.109 donantes de órganos, según la Red federal de adquisición y trasplante de órganos.
Esas cifras revelan una gran brecha entre la oferta y la demanda.
Órganos “descartados”
El estudio incluyó datos del Registro Científico de Beneficiarios de Trasplantes, que tenía información sobre donantes, candidatos de la lista de espera y receptores de trasplantes entre enero de 2000 y septiembre de 2017.
Los investigadores identificaron en los datos durante este tiempo a 7.313 donantes de muerte por sobredosis que tenían al menos un órgano recuperado. Hubo 19.897 trasplantes de esos donantes. Los datos mostraron que el número de donantes muertos por sobredosis aumentó un 17% por año entre 2000 y 2017.
En comparación, durante ese tiempo, el número de donantes de muerte por traumatismo aumentó en un 1,6% por año, y el número de donantes de muerte médica aumentó en un 2,3% por año.
En particular, los investigadores encontraron que el número de donantes muertos por sobredosis pasó de 66 en 2000, siento el 1,1% del total nacional, a 1.263 en 2016, lo que significa el 12,7%; y luego a 915 en los primeros nueve meses de 2017, el 13,4%.
Los investigadores también encontraron que en 2016 los donantes muertos por sobredoriss representaron al menos el 10% de los donantes en 29 estados, con los porcentajes más altos vistos en Massachusetts (35,6%), New Hampshire (32,4%), Nueva Jersey (25,7%), Nueva York (23,1%) y Maryland (22,7%).
En general, los investigadores encontraron un aumento de 24 veces en los trasplantes de donantes muertos por sobredosis, de 149 en 2000 a 3.533 en 2016.
“Los pacientes que recibieron trasplantes de estos donantes tuvieron excelentes resultados, la supervivencia del paciente y la función del órgano fueron similares a los casos en los que los donantes murieron por trauma y similares o mejores que en los casos en los que el donante murió por causas médicas, como ataque cardíaco o accidente cerebrovascular”, dijo Durand.
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Durante el curso del estudio, los investigadores identificaron 1.665 riñones, 501 hígados, 117 corazones y 23 pulmones de donantes por muerte por sobredosis que se recuperaron pero fueron descartados.
Esos órganos fueron descartados en una tasa más alta que los de los donantes de muerte por traumatismo, pero más bajos que los de los donantes de muerte médica, observaron los investigadores. Por ejemplo, los riñones se descartaron a una tasa del 14,1% entre los donantes de muerte por sobredosis, en comparación con el 8,8% entre los donantes con muerte por trauma, o con el 26,1% entre los donantes con muerte médica.
Necesitamos salvar más vidas
El estudio tenía algunas limitaciones, incluyendo que los investigadores no pudieron determinar cuántos de los donantes muertos por sobredosis murieron específicamente por sobredosis de opiáceos frente a sobredosis no opiáceas. Además, los estados y jurisdicciones varían en sus informes de drogas implicadas en muertes por sobredosis.
La doctora Camille Nelson Kotton, directora clínica de trasplantes y enfermedades infecciosas en el Hospital General de Massachusetts, escribió un editorial que acompaña al nuevo estudio.
El editorial exige mayores esfuerzos para proporcionar órganos a los pacientes que con mayor probabilidad obtendrán beneficios a largo plazo del trasplante.
“Necesitamos salvar más vidas de personas que esperan un trasplante de órgano”, escribió. “La comunidad de trasplantes debe comprender estos datos nuevos y avanzar hacia mejores resultados de trasplantes para más receptores”.