(CNN) – Piensa en la “realeza” y llegará a tu cabeza la imagen de un monarca almidonado y sombrío. La reina Isabel II de Gran Bretaña, por ejemplo. Pese a algunas recientes pistas sobre su famoso sentido del humor, incluida una broma dirigida a los presidentes Trump y Obama, sigue siendo un símbolo de previsibilidad y equilibrio.
Pero los jóvenes miembros de la realeza del país vienen haciendo las cosas de manera diferente. Y nadie más que el Príncipe Enrique, quien se casará con Meghan Markle este 19 de mayo.
Lo poco convencional no solo se refleja en la novia. En una serie de entrevistas sin precedentes el año pasado, Harry habló sobre el dolor que lo acompaña desde la muerte de su madre, reveló que había visto a un terapeuta tras estar cerca de un colapso y dijo que nadie en la familia real quiere ser rey.
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Chris Jackson, fotógrafo real de Getty Images, ha estado fotografiando al príncipe en ocasiones oficiales durante 14 años y dice que “uno nunca sabe qué esperar” con Enrique.
A través de las imágenes de Jackson y sus ideas únicas, CNN observa la vida tumultuosa del príncipe hasta la fecha y pregunta: ¿quién es el futuro esposo de Meghan Markle?
‘Todavía hay mucho dolor’
El príncipe Enrique Carlos Alberto David Windsor nació en Londres el 15 de septiembre de 1984, es hermano menor de Guillermo y era en ese momento el tercero en la línea del trono.
En muchos sentidos, la infancia de Enrique fue fiel patrón de la familia real. Asistió a escuelas privadas en Londres y Eton antes de entrenar para ser soldado.
Pero los años jóvenes de Harry estuvieron marcados por la tragedia. Un año después del muy público y enconado divorcio de sus padres, la madre de Enrique, la princesa Diana, murió junto con su novio Dodi Al Fayed en un accidente automovilístico en París.
La primera vez que lloró de dolor fue en el funeral, reveló Enrique en 2017, en un documental de ITV sobre los 20 años desde la muerte de Diana. “Todavía hay mucho dolor que necesita ser liberado”, dijo.
En su juventud, Harry se ganó la etiqueta de rebelde, enfrentándose a acusaciones de consumo de marihuana y consumo en menores de edad como un escolar, o usando un uniforme nazi para una fiesta de disfraces a los 19 años y festejando desnudo en un hotel de Las Vegas en 2012.
Jackson ve a un príncipe que ahora disfruta del proceso de dar forma a su identidad como realeza. “A medida que su papel se desarrolló y cambió a lo que es hoy, lo ha adoptado”, dice el fotógrafo. “Está muy cómodo en su puesto actual”, agrega.
Un militar
Los años del príncipe en el ejército, primero como oficial y luego como piloto de helicópteros Apache, han tenido una gran influencia en él.
En ese momento, la vida militar era otra forma de anestesiarse con el dolor de la muerte de su madre, explicó Harry el año pasado.
“Los 10 años que estuve en el ejército, de alguna manera me clavé la cabeza en la arena”, dijo a ITV.
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Pero sus experiencias como soldado también parecen haberle ofrecido un camino hacia un lugar más favorable. Presenciar la guerra y el impacto devastador que puede tener sobre los soldados y sus familias inspiró a Enrique para lanzar los Invictus Games, un evento internacional multideportivo para miembros heridos, heridos o enfermos o veteranos de las fuerzas armadas, en 2014.
“Invictus ha sido uno de sus mayores logros”, dice Jackson, quien ha fotografiado a Harry en cada uno de los tres torneos celebrados hasta ahora, el más reciente en Toronto, Canadá, el año pasado.
‘Derribando barreras’
El proyecto de Invictus Games no fue la primera incursión de Harry en obras humanitarias. En 2006, cofundó Sentebale, una organización benéfica que ayuda a niños vulnerables en el pequeño país del sur de África, Lesotho.
Siguiendo los pasos de su madre, Enrique hizo campaña para reducir el estigma en torno al VIH y el SIDA (recordemos cuando se hizo una prueba de VIH junto a la estrella del pop Rihanna durante un viaje a Barbados en 2016).
Enrique explicó su motivación en la conversación con Bryony Gordon el año pasado. “El privilegio viene con una gran cantidad de responsabilidad”, dijo. “Mientras tengamos esta edad y sigamos siendo interesantes, queremos mejorar tanto como podamos”, reflexionó.
Jackson ve a Enrique en una posición única para hacerlo, dada la “verdadera calidez, verdadera afinidad” que aporta a cada evento público. “Está derribando barreras”, dice Jackson.
Ese trabajo continuará cuando Harry esté casado: él y Meghan planean concentrar sus energías en proyectos de la Commonwealth y el príncipe fue recientemente nombrado embajador de la juventud de la Commonwealth.
e”El príncipe Enrique hoy … ve su posición como una oportunidad para cambiar las cosas para bien”, dice Jackson. Y los Invictus Games es una de esas oportunidades. Aquí, se ve a Harry felicitando al equipo de EE.UU. tras haber ganado el oro del baloncesto en silla de ruedas en los Juegos 2017 en Toronto.
‘Las estrellas estaban alineadas’
Sobre el día en que Harry y Meghan anunciaron su compromiso, el príncipe dijo que había sido “enormemente refrescante” conocer y enamorarse de alguien fuera de la burbuja de la realeza, alguien que sabía muy poco sobre él.
Esto también significó una gran proceso de aprendizaje para su nueva novia. Enrique dijo que la pareja había tenido “algunas conversaciones bastante directas” sobre la vida en la que Meghan podría estar embarcada. “No es fácil para nadie”, dijo.
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“El hecho de haberme enamorado de Meghan tan rápido fue la confirmación de que todas las estrellas estaban alineadas”, refirió Enrique. “Con suerte, comenzaremos una familia en el futuro cercano”, agregó más tarde.
Sin duda, Diana estará en la mente del príncipe el día de su boda. “Son días como hoy cuando echo de menos tenerla cerca y echo de menos poder compartir las buenas noticias”, dijo en Enrique en la entrevista.
Pero está seguro de que su madre habría aprobado su elección de esposa: “(Ella) probablemente habría sido la mejor amiga de Meghan”.
Max Foster de CNN contribuyó a este informe.