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Nota del editor: Nancy Pelosi es la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes y Chuck Schumer es el líder de la minoría demócrata en el Senado de Estados Unidos. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de los autores.

(CNN Español) – Durante la mayor parte del siglo XX, ser maestro en Estados Unidos significaba ser parte de la clase media.

Trabajando duro como maestro, se ganaba un buen salario con beneficios, suficiente para ahorrar y comprarse una casa, un automóvil, tomarse vacaciones, y formar una familia.

Durante los últimos veinte años, sin embargo, los salarios de los empleados del sector público, especialmente los de los maestros, se han rezagado. Un informe del Instituto de Política Económica publicado en el 2016, concluyó que los maestros ganan un 17 por ciento menos por semana que las personas con empleos comparables. A nivel nacional, se estima que el 18 por ciento de los maestros tienen otros empleos para suplementar sus salarios de maestros, según la Institución Brookings. Por esta razón, miles de maestros en todo el país han organizado manifestaciones para reclamar salarios más justos, recursos adecuados y mejores condiciones laborales.

El fundamento de la movilidad económica es la educación; es lo que abre las puertas del éxito. Necesitamos maestros excepcionales en todas las aulas para que nuestros hijos puedan aprovechar todas las oportunidades para sobresalir. Y debemos respetar las voces profesionales de los maestros cuando ellos tomen decisiones con respecto al bienestar de sus estudiantes.

Desde nuestro punto de vista, el gran valor que los maestros representan para nuestra sociedad debería reflejarse en sus salarios. A fin de cuentas, los maestros educan a la próxima generación. Invertir en nuestro futuro no es solo lo correcto, sino también lo inteligente.

El hecho de que los salarios de los maestros se han rezagado es de gran importancia, no tan solo para los maestros, sino para todos nosotros.

Desafortunadamente, los republicanos, con el fin de otorgarles rebajas de impuestos a los multimillonarios, han respaldado recortes a los recursos federales y estatales para la educación. Eso ha resultado en menos recursos para las escuelas y salarios más bajos para los maestros. Esto debe acabar.

¿Cómo puede nuestro país apoyar a los maestros y al personal de las escuelas de tal manera que coincida con la labor fundamental que ellos ejercen para nuestros hijos?

Los demócratas hemos concebido un plan compuesto de cinco elementos principales que le ofrecen a los maestros de nuestra nación Un Trato Mejor:

Primero, invertiremos US$ 50.000 millones para que los estados y los distritos escolares aumenten los salarios de los maestros y recluten y retengan talento capaz y diverso durante los próximos 10 años. Durante la recesión, la inversión en las escuelas públicas de K-12 disminuyó de manera drástica. Es necesario apoyar a los estados y a los distritos escolares que busquen revertir esta tendencia y aumentar los salarios de los maestros y del personal de las escuelas.

Segundo, estableceremos un fondo de US$ 50.000 millones para la infraestructura y los recursos escolares. Los estudiantes y los maestros merecen aulas del siglo XXI, al igual que tecnología y materiales educativos modernos. A los niños siempre les decimos que es muy importante que se eduquen, pero nos contradecimos cuando los colocamos en escuelas deficientes. Mejorar la infraestructura escolar en nuestra nación nos ayudará a retener a los mejores maestros.

Tercero, daremos apoyo adicional a las iniciativas que aumenten la capacidad en las escuelas bajo el Título I, que ayudan a los niños de bajos recursos, y nos aseguraremos de que todos los estudiantes tengan acceso a oportunidades académicas como la informática, la música y la educación cívica. Necesitamos ofrecerles a todos los estudiantes una educación completa que los prepare para la economía cambiante actual.

Cuarto, protegeremos la libertad de los maestros para negociar a favor de incrementos salariales y de mejores condiciones laborales y por el ejercicio de su derecho como funcionarios públicos de unirse a sindicatos, negociar colectivamente, y participar en acciones colectivas para apoyarse los unos a los otros. Actualmente, no existe una ley federal que le otorgue a los maestros y a otros funcionarios públicos el derecho de negociar de manera colectiva.

Quinto, trabajaremos para cumplir con nuestra promesa de financiar la educación especial. Cuando el Congreso aprobó la Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés), prometimos dedicar el 40 por ciento del costo excedente a educar a los niños con discapacidades. No hemos cumplido esta promesa. Cumplir con nuestra promesa no solo ayudará a proporcionar recursos para los estudiantes con discapacidades, sino que también mejorará la calidad de la educación para todos los estudiantes.

¿Cómo proponemos financiar estas iniciativas? Es sencillo. Vamos a reexaminar la ley tributaria de Trump que otorga rebajas de impuestos a las personas de más altos recursos. En vez de otorgarles rebajas tributarias a los millonarios, multimillonarios y las grandes corporaciones, los demócratas invertiremos estos fondos en los maestros y los estudiantes.

El famoso reformador del sistema educativo Horace Mann dijo que “la educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social”. La educación pública permite que todos los estadounidenses, sin importar su clase social, puedan asegurarse una vida digna para sí mismos y para sus familias. A esto se refería Horace Mann: al sueño americano. Y el base fundamental de este sueño es la educación.

Si deseamos que perdure el sueño americano y que brille y sea alcanzable en nuestra época, así como en el pasado, deberemos de invertir seriamente en la educación. Los demócratas tenemos un plan que le ofrece Un Trato Mejor a los maestros. Y por ese plan lucharemos.