(CNN) – La selección de México lleva seis mundiales sin jugar más de cuatro partidos y solo llegar a octavos de final. La excepción fue en el Mundial de 1986, del que fue el país anfitrión y en el que disputó 5 encuentros (la eliminó Alemania, futuro subcampeón).
Esto lleva a muchos a hablar de ‘la maldición del quinto partido’ y a preguntarse por qué a México los cuartos de final le son esquivos. Y surge otra pregunta más coyuntural: ¿podrá la selección azteca acabar con esta constante mundialista y llegar a cuartos de final en Rusia 2018 o aun más lejos?
CNN en Español habló con el psicólogo Ricardo Trujillo Correa y el sociólogo Hugo Sánchez Gudiño, ambos catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para hallar respuestas que vayan más allá de lo futbolístico. Ambos, desde sus disciplinas, coinciden en que el huidizo quinto partido es un síntoma de las tareas pendientes de la sociedad mexicana.
Planificación mexicana
Para Trujillo, en México se prioriza vivir el momento. Ello, porque no existe una cultura de planeamiento a largo plazo. “Es una característica que comparte con otros países conquistados, igual que Filipinas, España, Perú y otros países latinoamericanos”, asegura. Es por ello que “siempre rompemos proyectos, tomamos decisiones a corto plazo, cambiamos prioridades”, indica y explica que ese es el origen de proyectos nacionales fallidos en varios campos, como”la política, la educación y el fútbol”.
Sánchez Gudiño, por su parte, se centra en el orden de prioridades de la estructura del fútbol mexicano. El académico asegura que en su país se prioriza el negocio inmediato, la ganancia en un amplio mercado como el de México. Esto deja en segundo plano, asegura, el desarrollo del talento de los futbolistas. “Al privilegiar la ganancia, no se invierte en escuelas de fútbol, se priorizan fichajes de extranjeros y se descuida el talento local”, asegura.
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¿Y por qué este fenómeno de falta de talento no se da en otros países cuyos torneos cuentan también con un alto número de futbolistas foráneos? Sánchez Gudiño asegura que se tratan de planes más integrales: “Sí, el modelo de negocio de los torneos de Inglaterra o España incluye grandes fichajes y se buscan ganancias, pero sin dejar de apoyar la formación del talento local”, responde.
Trujillo asegura que el hincha mexicano sufre de una promesa cíclica de llegar al quinto partido, que se renueva cada cuatro años con cada Mundial. “Una promesa que nunca va a ser satisfecha y que genera un tipo de seducción, una promesa como las de las canciones de amor y de las telenovelas: siempre te prometen algo, te seducen, no cumplen y la promesa se renueva”.
El futbolista mexicano
México ha llegado a ser campeón mundial en torneos FIFA Sub-17. ¿Qué pasa en el camino que en torneos de mayores no se obtienen los mismos resultados?
Trujillo asegura que en un inicio hay un hambre de triunfo, “como los jóvenes futbolistas brasileños, argentinos o latinoamericanos en general, el joven futbolista mexicano ve en el deporte la única manera de acceder a un estilo de vida de tranquilidad y comodidad”, dice y recuerda que muchos de estos deportistas tienen un origen humilde.
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“Pero otra vez llega el proyecto fallido, algo pasa y el chamaco [muchacho] se pierde”, reflexiona el psicólogo. “Porque también se ignora el largo plazo: no formo talento joven, busco ganar taquilla sin planear y contrato a estrellas ya formadas y es así como el talento joven se va perdiendo”, explica.
Eso se podría sumar, acota Sánchez que el fútbol mexicano no escapa de lo que él llama la “cultura del agachismo” para referirse a un complejo de inferioridad ante lo extranjero. Y pone como ejemplo el caso de un jugador que incluso se llegaba a deprimir cuando tocaba enfrentar a una selección de otro país. “La imagen del mexicano agachado, con un sombrero y una cobija, sería el estereotipo de ese agachismo, de esa mediocridad frente al cambio”, subraya.
¿Se romperá la maldición en Rusia 2018?
Sánchez y Trujillo hacen un ejercicio de objetividad, se despojan del deseo de todo amante de su selección, y no dudan en responder que es muy difícil, casi imposible, que México supere los octavos del final. Así, la promesa fallida de la que comenta Trujillo se renovaría 4 años más.
Trujillo recuerda que el problema no está en el fútbol. “Si no hay equidad social y justicia social, es muy difícil que nos favorezcan mejores condiciones para que una persona se desarrolle deportivamente”, indica.
“La selección no ha tenido un buen rendimiento, tiene un nivel medio, medio bajo”, dice Sánchez por su parte. “Aunque no hay que perder de vista que cuando se inician estas competencias, nuestro propio nacionalismo nos engancha a esa buena intención de que el país gane”, agrega.
En Rusia 2018, México es parte del grupo F, junto con las selecciones de Alemania, Corea del Sur y Suecia. Si debut será ante el equipo germano, actual campeón del mundo, este 17 de junio.
En redes sociales
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Algunos usuarios relacionan el tema a las elecciones de México, incluso.
“Estaba pensando que si las hostilidades de la guerra continúan y gringos, ingleses y franceses boicotean el MundialRusia2018 en una de esas México llega al quinto partido!”, dice Jairo Calixto:
“¿Cómo pasará México al quinto partido? Siendo honestos y acabando con la corrupción”, dice el usuario @konnysaurio:
“México, date cuenta: llegar al quinto partido del Mundial es un engaño colectivo, dicen especialistas”, aseguró en Twitter luluF:
La Volpe diciendo que México se olvide del quinto partido, al parecer él se olvidó que también nos dejó en octavos #OtraVezLaVolpe, se lee en la cuenta @nomemesfutbol:
“No hay que preocuparnos por el quinto partido hay que preocuparnos porque México está en el peor lugar en el mundial de la competitividad”, reflexiona Leonardo Schwebel: