(CNN) – El jueves, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció una “sesión informativa” en la que un “funcionario de alto nivel de la Casa Blanca” dio información a reporteros de The New York Times, CNN y muchos otros medios.
El sábado, el presidente Trump afirmó que ese funcionario “no existe”.
Es un flagrante ejemplo del problema de Trump con la verdad.
El presidente afirma frecuentemente, sin evidencia, que los periodistas inventan fuentes. Esto es ampliamente reconocido como una mentirilla, en el mejor de los casos, y una mentira en toda regla en el peor.
Lo volvió a decir el domingo en un tuit contra el Times: “Usen gente real, no fuentes falsas”.
Pero miembros del servicio de prensa de la Casa Blanca indicaron rápidamente que el “funcionario” no nombrado se reunió con varios reporteros. La afirmación de Trump probó fácilmente ser falsa.
La Casa Blanca anunció la sesión de información – sobre el estatus de la posible reunión entre el presidente Trump y el líder de Corea del Norte Kim Jong Un – con anticipación. La sesión de preguntas y respuestas se realizó en la sala de prensa. Un subsecretario de prensa incluso presentó al orador desde el podio de la Casa Blanca.
Lo único fue que se trató de una sesión sin cámaras. Para participar en la sesión, los reporteros tenían que acceder a no publicar el nombre del funcionario. Esta táctica, una “sesión de información”, es empleada frecuentemente por el servicio de prensa de la Casa Blanca. Los reporteros regularmente se oponen a ella, pero es un hecho constante en la cobertura de la casa Blanca.
En la sesión del jueves, al funcionario se le pidió explicar el por qué de la naturaleza anónima de la sesión de preguntas y respuestas, y este dijo que la Casa Blanca quería “destacar las declaraciones del presidente”.
El jueves, el funcionario fue identificado en los artículos como “funcionario de alto nivel de la Casa Blanca” o “un funcionario del gobierno de alto nivel”.
El funcionario habló sobre la decisión sorpresiva de Trump de cancelar la reunión del 12 de junio entre Estados Unidos y Corea del Norte.
De acuerdo con el reporte de CNN, el funcionario “minimizó la posibilidad de que la cumbre continúe su curso”.
Entre otras cosas, el funcionario dijo que “la pelota está ahora en la cancha de Corea del Norte, y realmente no hay mucho tiempo”.
El funcionario añadió que “el 12 de junio está muy cerca”.
Al siguiente día, Trump estaba hablando de reagendar la cumbre. En una historia para el periódico del sábado, The New York Times señaló la desconexión entre lo que Trump decía y lo que habían dicho sus asesores.
El Times escribió: “El jueves, por ejemplo, un funcionario de alto nivel de la Casa Blanca le dijo a reporteros que incluso aunque la reunión fuera retomada, realizarla el 12 de junio sería imposible, debido a la falta de tiempo y a la planeación necesaria”.
Trump destacó la palabra “imposible” en su tuit acusatorio del sábado. Él evidentemente se oponía a esa palabra.
Técnicamente, el asesor no dijo que la fecha del 12 de junio era “imposible”, pero esa fue la impresión con la que se quedaron los reporteros del Times, con base en el tenor y el tono de la sesión del jueves.
El sábado Trump escribió: “El decadente @nytimes cita a ‘un funcionario de alto nivel de la Casa Blanca’ que no existe al decir ‘aunque la reunión fuera retomada, realizarla el 12 de junio sería imposible, debido a la falta de tiempo y a la planeación necesaria’. ¡MAL OTRA VEZ! Usen gente real, no fuentes falsas”.
“Imposible” queda abierto a la interpretación. Pero el funcionario de la Casa Blanca definitivamente existe.
David Sanger, uno de los dos reporteros que escribió la historia, tuiteó en respuesta: “La razón por la que este funcionario no fue nombrado en nuestra historia es por que la oficina de prensa de la Casa Blanca insistió en que su sesión – para cientos de reporteros – no se atribuiría. La mejor manera de aliviar la preocupación del presidente sobre las fuentes anónimas sería que la Casa Blanca nombrara al funcionario”.
Maggie Haberman, colega de Sanders, añadió: “Imaginen ser el informador de la Casa Blanca que encabezó esta sesión, a quien ahora su jefe – el presidente de Estados Unidos – dice que él/ella no existe”.