(CNN) – En los últimos días hemos vivido una oleada de emoción –y desinformación– sobre los niños inmigrantes en Estados Unidos.
Según recientes informes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos del país perdió el rastro de aproximadamente 1.500 niños inmigrantes. Ahora, existe confusión respecto a si fueron separados de sus familias en la frontera. Y las controversia gira alrededor de una foto misteriosa en la que aparecen dos niños inmigrantes detrás de una reja de alambre.
Esto es lo que realmente esta pasando:
No, los 1.500 niños no fueron necesariamente separados de sus familias en la frontera
A principios de mayo, el gobierno del presidente de EE.UU. Donald Trump anunció que comenzaría a aplicar una política “100% de enjuiciamiento” en la frontera, que remitiría a cualquier persona que la cruzara ilegalmente a un juicio federal. Esta medida, en la práctica, separa a los niños de sus familias, porque los menores no pueden acompañar a los adultos que están bajo custodia federal.
Debido a toda la atención que atrajo esta nueva política, las personas revisaron unas declaraciones hechas en abril por Steven Wagner, alto funcionario del Departamento de Salud , durante una audiencia. En ese momento, Wagner sostuvo que la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés) fue “incapaz de determinar con certeza el paradero de 1.475 menores inmigrantes no acompañados”.
Algunas personas confundieron el comentario de Wagner con la nueva política. Lo que derivó en la idea de que estos niños fueron separados de sus familias a la fuerza en la frontera y luego resultaron perdidos. Sin embargo, los funcionarios de la ORR no pudieron ubicar a los niños entre octubre y diciembre de 2017, mucho antes de que la nueva medida entrara en vigencia.
Además, los niños inmigrantes no acompañados no cruzan la frontera con sus familias. Por eso, justamente, se denominan “no acompañados”. Si bien a algunos de los 1.500 menores “desaparecidos” los podrían haber separado de los grupos con los que ingresaron al país, eso no sería producto de la nueva política del gobierno Trump. Por ejemplo, si un niño llega a Estados Unidos con un adulto y no se puede verificar que esa persona es alguno de los padres o un tutor legal, entonces serían separados.
“La manera cómo ha funcionado históricamente es que cuando un niño ingresa a EE.UU. sin un padre o tutor legal, pero dentro del país ya está un padre, tutor o pariente, el menor será ubicado con esa persona como “patrocinador” mientras se realizan las audiencias de inmigración”, explicó Jennifer Ward, experta en inmigración y servicios familiares que pasó 10 años como directora ejecutiva de una agencia de reasentamiento para refugiados en Tennessee.
Ward también indicó que, por lo general, la ORR hace un seguimiento de asistencia social o una visita al patrocinador algunas semanas o meses después de que el niño es ubicado allí. Dicha acción, según Wagner, pertenece al proceso de la entidad, sin embargo, la agencia “no es legalmente responsable de los niños después de que sean retirados del cuidado de la ORR”.
No, lo más probable es que no estén “desaparecidos”
Cuando se trata de niños, frases como “incapaz de determinar con certeza el paradero” nunca despiertan consuelo. Mucho menos, si la gente asume que eso se debe a que un niño fue separado de su familia. Pero la realidad es un poquito diferente.
Podrían existir muchas razones por las que los 1.475 niños no fueron ubicados, indicó Ward.
“Los patrocinadores pueden ser indocumentados y podrían cambiar su número de teléfono”, explicó. “El requisito es solo una llamada: no necesariamente tienes que ir (a revisar al niño) físicamente, aunque algunos lo hacen”, señaló.
Wagner, por su parte, también defendió su afirmación inicial al decir que los patrocinadores que son “inmigrantes ilegales” probablemente “no quieren ser contactados por las autoridades federales”.
Durante una conferencia telefónica con periodistas este martes, organizada por la Casa Blanca, Wagner señaló que las llamadas telefónicas de 30 días en aquellos casos simplemente no fueron contestadas. Además, comparó la protesta por los niños “perdidos” con llamar a un amigo y si no responde suponer inmediatamente que fue secuestrado.
En realidad, agregó, muchos de los adultos también pueden ser indocumentados.
“Se puede imaginar que muchos de ellos elegirían no hablar con un funcionario federal que los llama por teléfono”, afirmó Wagner. “Pero no hay razón para creer que algo les haya sucedido a los niños”, completó.
Pero eso no significa que todo esté bien
Obviamente, la idea de que los niños inmigrantes y sus familias no quieran estar en el radar del gobierno federal apela a una pregunta imposible: ¿están mejor estos menores sin ser tenidos en cuenta?
Algunos expertos en inmigración han señalado que el hecho de que la ORR no intente hacer seguimiento de los niños podría ser algo bueno, porque así ellos podrían vivir sin el constante temor de ser deportados.
Ese miedo –de que la ORR trabaja de la mano con el ICE para facilitar la deportación– definitivamente podría llevar a los inmigrantes indocumentados a evitar el contacto, sostuvo Ward.
Sin embargo, eso también podría poner a los niños ante otros riesgos.
“Ellos necesitan sentirse lo suficientemente seguros para decir: ‘Estoy aquí y estoy bien’, porque si no lo hacen otras cosas malas podrían ocurrir, advirtió Ward. “Como a las personas no se les están pidiendo reportes, hay un potencial para el abuso”.
Y eso incluye la posibilidad de que los niños caigan en manos de traficantes o sean reclutados por pandillas violentas. De hecho, la audiencia en la que Wagner testificó el mes pasado se convocó en torno al caso de ocho niños que el gobierno entregó a traficantes de personas y que resultaron trabajando en una granja de huevos en Ohio.
Las niñas en esta foto no fueron separadas de sus familias de la manera en que ocurriría actualmente
Este fin de semana, una fotografía en la que aparecen dos niños inmigrantes durmiendo en un cercado vallado comenzó a circular en internet. Fue tuiteada por varios comentaristas políticos de alto perfil, incluidas algunas personalidades de CNN.
Inicialmente, la imagen fue presentada bajo el contexto de la nueva política del gobierno Trump, insinuando que la foto era reciente que las niñas fueron separadas de sus familias. Pero pronto fue claro que la fotografía se tomó en un centro de detención de Arizona… en 2014. Así que nada tenía que ver con la administración actual.
Algunos partidarios del presidente Trump están usando la imagen ahora para reclamar que el gobierno del expresidente Barack Obama también separó a los niños inmigrantes de sus familias. bajo las mismas circunstancias.
De nuevo, aunque los niños han sido históricamente separados de sus familias en la frontera bajo ciertas condiciones, eso no es igual a la nueva medida de enjuiciamiento, que afecta incluso a los menores que lleguen con sus padres o tutores legales.
De hecho, la explicación y el contexto completo de la imagen fue publicada en el periódico Arizona Republic en 2014. “Dos mujeres detenidas duermen en una celda”, se lee en el pie de foto de la imagen que fue tomada por una fotógrafo de AP durante una visita a un centro de detención en Nogales. El artículo también las identifica como “menores no acompañadas”, es decir que –lo más probable– no fueron separadas de sus padres.
Tal Kopan de CNN contribuyó a este informe